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Marta Serrano, feliz tras su éxito continental                        Foto: RFEA

     Aurelio Maroto

     No nació en La Solana, pero por sus venas corre sangre galana. Se llama Marta Serrano y es hija de mítico Antonio Serrano, y de la también atleta Natalia Azpiazu. De casta le viene al galgo. Este fin de semana ha vuelto a brillar, esta vez en el Campeonato de Europa sub-23, celebrado en la ciudad noruega de Bergen. Ha sido una de las grandes protagonistas del equipo español, gracias a su medalla de plata en una final apasionante de 3.000 metros obstáculos. Marta, que ya fue bronce en la anterior edición firmó una actuación valiente tras una estratégica carrera frente a una nómina de rivales de gran nivel, entre ellas la finesa Illona Mononen, la gran favorita con una marca de 9:22, a la postre medalla de oro tras una apretadísima llegada.

     Desde la semifinal, Marta Serrano demostró su gran estado forma, ganando con solvencia. En la final no se conformó con esperar y decidió lanzar una carrera rápida para intentar desgastar a sus adversarias. Así lo ha explicado su padre en declaraciones a Radio Horizonte. “A falta de 800 metros tomó la cabeza y tiró del grupo de favoritas hasta los últimos 300, cuando llegó el ataque de la finlandesa, al que Marta respondió con coraje”. El desenlace llegó en la última ría. Ambas atletas pasaron con dificultad, pero Mononen salió con unos metros de ventaja. Marta reaccionó, la alcanzó y llegaron juntas al último obstáculo, donde un mal apoyo terminó decantando la balanza. Apenas 20 centésimas la separaron del oro. Aun así, firmó una excelente marca de 9:30.74, apenas seis segundos por encima de su mejor registro, y sumó valiosos puntos que la acercan al Mundial de Tokio. Antonio Serrano, que además de su progenitor también es su entrenador, valora mucho esta presea. “Viene de una año difícil después de que el verano pasado tuviera que renunciar a entrenar fuerte y a competir por unos problemas de salud, pero ahora está en plenitud de nuevo”.

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Un padre orgulloso y una hija que quiere comerse el mundo  

  El éxito de Marta Serrano en Escandinavia contribuye grandemente al buen desempeño general de la delegación española, que ha terminado como la tercera potencia europea, con un balance de 11 medallas, la segunda mejor cosecha de siempre. La hija de Serrano ya vuela sola y va camino de forjarse una gran carrera como atleta de élite, a poco que la salud se lo permita. Conviene recordar que ya fue campeona continental sub-20 hace tres años en Turín (Italia), y bronce en el europeo sub-23 hace dos años en Espoo (Finlandia). Talento no le falta, y guía tampoco. El Campeonato de España es su próxima cita importante, del 1 al 3 de agosto en Tarragona.

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