Recepción de las niñas ucranianas FOTO: GACETA
Gabriel Jaime
La alcaldesa, Luisa Márquez, junto a algunos concejales del equipo de gobierno, ha recibido de forma oficial a las dos niñas ucranianas que han acogido temporalmente sendas familias de La Solana. Las chicas forman parte del contingente compuesto por veintiocho menores procedentes de Ucrania que, repartidos por diferentes localidades de la provincia, podrán disfrutar de un verano seguro y lejos del conflicto bélico en el que se encuentran.
El acto tuvo lugar en el salón de plenos, donde la regidora destacó la labor de la Asociación Ciudad Real en Ayuda al Niño (CREAN), un colectivo que nació para proporcionar ayuda humanitaria a los niños víctimas de Chernóbil, que ahora ha vuelto a reactivar su programa. La iniciativa llevaba seis meses suspendida debido a la pandemia y ahora se ha retomado para dar respuesta a las secuelas de la guerra en Ucrania. “Desconocía el fin que hacéis y la gente tiene que saber todo lo que hacéis por estos niños. Estoy agradecida de teneros aquí porque uno de los valores que nos adornan como pueblo es la solidaridad”.
Seguidamente, tomó la palabra el presidente de CREAN, Ignacio Cabrerizo, que recordó que llevan treinta años trayendo niños ucranianos para intentar paliar las secuelas del accidente nuclear de Chernóbil. “Y a ese motivo principal, se une ahora la guerra, por lo que tenemos que alejarlos de refugios, de sirenas y de todo ese horror durante mes y medio”. También agradeció la implicación de las dos familias de acogida solaneras, con el convencimiento de poder ampliar el número en el futuro.
Gema Naranjo y Pilar Torres son las dos madres de acogida que se han adherido al programa en La Solana. “Nos enteramos de esta iniciativa a través de Facebook hace seis años, pero con la pandemia se paró todo y ahora hemos vuelto a retomarlo”, argumentaron. Ambas reconocieron que la asociación CREAN les han allanado el camino. “Te dan todas las facilidades y es bueno tener ese apoyo emocional y saber dónde acudir para buscar ayuda”. Finalmente, hicieron un llamamiento a la población para que secunden esta iniciativa. “Tenemos que visibilizar que hay niños que no tienen comida, que no pueden ir al colegio, que han perdido a familiares…y solo quieren cariño, reír y poder alejarse unas semanas del horror de la guerra”.
Polina y Olga son dos jóvenes ucranianas que, primero vinieron a España como niñas de acogida y ahora llegan como monitoras de sus paisanas. “Nos preocupamos porque los chavales estén bien con las familias españolas. Los padres ucranianos hacen un esfuerzo para permitir a sus hijos pasar un verano sano y fuera de la guerra. Al final, muchos niños no quieren volver allí porque esta etapa se convierte en el mejor verano de su vida”.
También intervino la concejala de Bienestar Social, Toñi Ramos. En su intervención, puso en valor el trabajo de la asociación CREAN y confía en ampliar el número de familias de acogida en la localidad. “Gracias por ese corazón que demostráis y animamos a nuestros vecinos a que os conozcan y colaboren con vosotros en próximas convocatorias”.
Las dos niñas, que estarán en La Solana hasta el próximo 24 de agosto, fueron obsequiadas con unos prácticos regalos que mitigaron los cuatro días de viaje en autobús desde Ucrania hasta nuestro país.