Imprimir 

-El objetivo está cerca

El equipo es una piña en pos de un objetivo                    Foto: GACETA

     Aurelio Maroto

   Con la Resurrección de Cristo resucita también la liga en Regional Preferente, tras una semana de impasse. Y lo hace con la caldera de la clasificación ardiendo, sobre todo en la parte alta. Hay cuatro equipos para tres premios, al que se puede sumar un quinto. Uno de ellos es el CF La Solana, que llega a esta recta final con el depósito lleno, tanto de gasolina como de ilusión. O eso parece trasmitir. 

    “Por sus obras los conoceréis”, dijo Jesús en el Sermón de la Montaña. Pues bien, los amarillos afrontan los cuatro últimos duelos con un halo de regularidad avalado por los resultados, que como el algodón, nunca engañan. El equipo zozobró en las primeras jornadas, pero desde que enderezó el rumbo nadie ha tenido mejor desempeño. La Solana era decimoquinta en la cuarta jornada, con solo 2 puntos y en descenso directo. Había recibido 8 goles. Desde entonces, los números son lapidarios: 63 puntos en 26 partidos, con 50 goles a favor y 8 en contra. Además, esos 26 partidos se han saldado con 19 victorias y otras tantas porterías a cero. Eso, se llama consistencia. 

   Naturalmente, es inútil acordarse del mal arranque liguero, justificado en gran medida por la falta de ensamblaje de una plantilla nueva, construida a la carrera, y que llegó al primer partido con la mitad de las fichas sin diligenciar. También es inútil pensar dónde estaría La Solana sin esa mala puesta en escena. Es elucubrar. Lo que vale es la realidad del momento, que sitúa al equipo entre los candidatos al ascenso.

Razones para el optimismo

    Hay elementos suficientes para ser optimistas, y también para ser cautos. Por La Moheda corren vientos de entusiasmo contenido. La afición está expectante y confía en los suyos, aunque nadie confía más que Julián Falcón. El técnico conejero defiende a muerte a sus jugadores. El equipo es suyo, lo edificó él, y conoce sus virtudes y sus defectos. Los números le avalan. No faltan razones para ese optimismo. Desde el punto de vista deportivo, una de ellas es la solidez defensiva. Ningún equipo recibe menos goles que La Solana. Con Manolo guardando el cerrojo, la defensa se está doctorando a base de partidos, y eso que solo tiene 22 años de media. A partir de ahí, el equipo crece. La llegada de Iván Riveiro en la sexta jornada dio un salto de calidad real a la plantilla, que corona Rodrigo Alves como gran valedor en ataque (19 goles). Pero hay escuderos de lujo para completar el puzle, caso de los canteranos Ángel y Josema, entre otros. El lamento de Falcón llegó tras la marcha de Javi García y Cristian Martín, a las que se unió Julyan Ayala poco después. Hubo momentos de nerviosismo y algunos episodios de divergencia interna que se han reconducido a tiempo. La llegada de Dani Ruiz, después del extremo Miguel Ramos y recientemente del joven ariete Marcos Talavera y del meta Alberto Morán, han reequilibrado el plantel.

-Aspecto de La Moheda en un partido de esta temporada-

La afición jugará un papel importante en estos últimos partidos         Foto: GACETA 

  Los resultados protegen la idoneidad del esfuerzo de la directiva. El último triunfo en Almansa (1-3) ha sido fundamental para encarar lo que queda con la mirada alta. La Solana depende de sí misma para, como mínimo, disputar el play-off de ascenso a Tercera RFEF. Y tiene un calendario a priori más cómodo que el resto de candidatos. Solo a priori, por supuesto. Mientras que San Clemente, Alcázar, La Roda y At. Tomelloso aún tienen enfrentamientos directos, La Solana se medirá a adversarios de la parte media-baja de la clasificación. Se trata de hacer tus deberes. Tan simple como complicado, porque puede ser la mente quien dicte sentencia. Y es aquí donde más trabaja Julián Falcón estos días. No quiere confianzas, no quiere desdenes, no quiere tonterías, en suma. En condiciones normales, sabe que su equipo tiene armas para ganar y volver a ganar, como diría Luis. Pero tampoco quiere un exceso de responsabilidad. La Moheda espera mucho, sí, y la clave es abstraerse del entorno y limitarse a jugar. 

    El próximo domingo será clave. La Solana recibe al Campillo (18 horas), un equipo aguerrido y capaz de amargar el dulce a cualquiera. Toca ponerse el mono. Una victoria puede cambiar muchas cosas si tenemos en cuenta que esa misma jornada hay un San Clemente-La Roda y un Almodóvar-Alcázar. Y ojo, porque ahí entra en escena el At. Tomelloso, tal vez el gran tapado. Tiene que enfrentarse a todos los de arriba, excepto La Solana. Puede ser juez y parte en el desenlace final. Quién da más en esta apasionante subasta.

Usamos cookies para mejorar su experiencia en nuestra web. Más información en: Guía de uso de las cookies.

  Acepto el uso de las cookies en este sitio.