Alejandro Villena tiene una dilatada experiencia en atención clínica, docencia y la investigación en el ámbito de la sexualidad Foto: GACETA
Gabriel Jaime
Hay luz en la sombra de la pornografía. Ese fue el mensaje que transmitió el psicólogo y sexólogo clínico Alejandro Villena en una interesante conferencia sobre el acceso y adicción a la pornografía en la adolescencia que celebró en La Solana. El ponente recalcó que no hay porno sin consecuencias, pero ofreció algunas pautas a los padres y madres presentes para que puedan hablar de estos temas abiertamente con sus hijos.
En declaraciones a la emisora municipal Radio Horizonte, subrayó la facilidad con la que los jóvenes pueden acceder a la pornografía, algo que ha cambiado mucho en los últimos treinta años. “Es lo que conocemos como la triple A (accesibilidad, asequibilidad y anonimato), con un contenido masivo e ilimitado en sus teléfonos móviles que tiene unas consecuencias muy graves, como una expectativas irreales de la sexualidad o incluso la adicción”.
El acto fue presentada por dos docentes que hicieron una semblanza del conferenciante Foto: GACETA
Con un lenguaje cercano y muy interactivo, el ponente aportó cuatro luces para alumbrar las sombras de la pornografía “y que pueden servir como una gran vacuna”, apostilló. Al respecto, habló de educación sexual, educación afectiva, educación digital y educación en pensamiento crítico. Villena también abogó por dar herramientas a los niños para que sepan nadar en el océano de internet. “Tenemos que darles manguitos, salvavidas, enseñarles dónde está el socorrista y que aprendan a nadar. Esto es algo que no hacemos habitualmente, simplemente les damos el móvil con barra libre de wifi y nos olvidamos”. El ponente terminó su explicación con una frase frecuente en su repertorio, según indicó. “La pornografía recompensa, pero no compensa”.
Numerosos progenitores se dieron cita en el teatro Tomás Barrera para conocer en profundidad un tema que les preocupa notablemente. No en vano, se sabe que el 90% de los adolescentes consume pornografía y que se suelen iniciar a edades cada vez más tempranas. La actividad estaba encuadrada en el Plan de Transición entre Etapas, formado por todos los centros educativos de La Solana, San Carlos del Valle y Alhambra, con sus correspondientes AMPAS.