Tradicional procesión dominical altededor de la ermita                  Foto: GACETA

        Aurelio Maroto

     Un carrusel incesante de animales, con mayoría de perros, desfiló este domingo por el perímetro exterior de la solanera ermita de San Antón y acto seguido llegó la bendición para cumplir una costumbre ancestral. Fue el epílogo a un fin de semana de celebraciones en torno al santo anacoreta, que movilizó a cientos de personas tanto el sábado como el domingo. A pesar de las bajas temperaturas tan propias de enero, el sol y dominical animó a mucha gente, que llenó el entorno de la ermita y llevó a un total de 140 mascotas, según datos oficiales de la hermandad organizadora.

      Los actos habían arrancado el sábado con la misa vespertina y la bendición de un total de 700 roscos. Después se prendió la tradicional lumbre en el patio central y mucha gente aprovechó para asar sus viandas y merendar al calor del fuego. El domingo por la mañana comenzó con la procesión de rigor, que incluye tres vueltas alrededor de la ermita. Encabezaba el estandarte de la cofradía anfitriona, seguido por la imagen del santo llevado en andas. El desfile lo completaban representantes de otras cofradías y asociaciones religiosas, más una larga fila de animales guiados por sus propietarios. Cerraba la peña caballista con varios jinetes a lomos de sus equinos. 

Un momento de la bendición de mascotas               Foto: GACETA 

   De inmediato se inició la bendición de animales. El párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, fue rociando con agua bendita el paso de las mascotas entre el incesante sonido de ladridos. Entre los números repartidos se procedió al sorteo de hasta 43 regalos previamente ofrecidos por mucha gente y donde la emisora municipal, Radio Horizonte, volvió a colaborar durante la semana previa. También hubo premio para algunos animales por su singularidad. En este caso, una tortuga de años se llevó el premio al más longevo, unos pollitos de un solo día de vida a los más jóvenes y una gallina japonesa al más original. 

Maqueta de la ermita donada por Ángel Plaza                 Foto: GACETA 

   En declaraciones a la prensa local, la directiva Mari Cruz Candelas, destacó la ausencia de incidencias y el buen desarrollo general de la celebración. La buena afluencia de público ayudó a vender la totalidad de los 700 roscos, un ingreso que vendrá muy bien para una hermandad con pocos recursos. “No hacemos puja porque nuestro afán no es conseguir mucho dinero, sino tener lo suficiente para mantener nuestra ermita; con las fiestas, el apoyo del Ayuntamiento y de otros colaboradores vamos tirando”. Este año han recibido la donación de una bella miniatura de la ermita, elaborada por Ángel Plaza, un conocido maquetista local. “Nos ha dicho que la podemos vender y si alguien quiere comprarla pues será un beneficio extra para la hermandad, que siempre viene bien”. 

     Mari Cruz Candelas afirma que llevan casi todo el año intentando renovar la directiva, pero han sido muchos trámites para cambiar los estatutos y están a la espera de aprobación obispal. “Tenemos ilusión de que entre gente joven para que esto no se pierda y seguir haciendo cosas”. A día de hoy, la Hermandad de San Antón de La Solana tiene el apoyo de 164 hermanos.