Los amarillos celebran el tempranero gol de Uriel                 Foto: GACETA

      Aurelio Maroto

     El CF La Solana no acaba de arrancar. Y no solo eso, porque a la pobre suma de puntos se unen dudas en el juego. Este sábado, no pasó del empate frente a un rocoso La Roda, que se limitó a defender con orden y evitar fisuras en las escasas líneas de pase que encontraron los amarillos, muy atascados en el ritmo de balón y con poca chispa de tres cuartos en adelante. A ese ‘apagón’ en ataque se unió un titubeo en defensa que comienza a ser recurrente. Si los objetivos del club fueran otros, hablaríamos de otra cosa, pero son los que son.

     El empate solo satisfizo al equipo visitante, que guardó como un tesoro ese punto en La Moheda. La afición, que respondió bien en número, fue paciente y se marchó asumiendo lo visto con cierta resignación. Atrás quedaba un partido donde el problema no fue la actitud. Simplemente faltó contundencia cuando el instante lo exigía –véase el gol del empate- y probablemente un fútbol más práctico cuando el momento lo pedía. Y luego, hay cosas contra las que ningún entrenador puede luchar: jugadores que incomprensiblemente aún no tienen el alta federativa. Dos de ellos, además, hubieran venido muy bien para mejorar uno de los grandes déficits del equipo en estos dos partidos: la creación. Pero tanto Prince como Javi García volvieron a ser meros espectadores.

     Al menos, Julián Falcón pudo completar una convocatoria decente en número y formó un once más ortodoxo que seis días atrás. Devolvió a Gregorio Uriel al eje central y dio galones a Josema para subir el balón en su posición natural. Las novedades estaban en los laterales, con el debut liguero de Nelson y Michael. Por su parte, Ángel repitió como enganche por el medio (fue de lo mejorcito) acompañando al bullicioso David Villar en la zona de invención. La Solana arrancó bien el partido, con cierto mordiente y sensación de dominio. El premio llegó pronto, en el minuto 9, tras una falta lateral que enroscó Ángel hacia fuera y Uriel cabeceó a la cepa del poste izquierdo. La conexión solanera funcionó para deleite de una afición que se las prometía felices. Poco después, Villar tuvo el segundo tras una buena combinación por el costado derecho, pero le pegó mordida en posición inmejorable.

    La Roda no daba señales en ataque, hasta que un balón largo permite penetrar a Moha, y aunque Aridani le gana la posición, acaba confiándose y permite el pase atrás para que Loza fusile a Manolo. El empate bloqueó el empuje local, cuyo juego entró en un insulso bucle de ronda de pases en bloque bajo. Los visitantes se sentían cómodos en ese escenario y Rodrigo Alves se desesperaba sin balones claros para dar sentido a sus constantes rupturas. Aun así, Gregorio Uriel pudo hacer el segundo en otro cabezazo que escupió el poste.

Rodrigo Alves peleó muy solo con toda la defensa visitante            Foto: GACETA

    La segunda parte comenzó con algo más de posesión para los albaceteños, aunque sin sensación real de peligro. Costaba a los locales tener pie en la zona ancha y al cuarto de hora pudo llegar el 1-2, pero Manolo anduvo ágil tras un disparo franco del recién incorporado Mamadou. La Solana pareció desperezarse abriendo más el campo. Michael, tímido en la primera parte, percutió algo más por el costado zurdo y Tati Maldonado intentaba tener más protagonismo por el diestro, aunque el cordobés sigue lejos de su mejor versión. El partido se puso peligroso, ya que el gol no llegaba y La Roda no perdía de vista la proyección a la contra. En la grada se pedían cambios, pero Falcón explicó después que Micue estaba para veinte minutos por prescripción del fisio, y por eso tardó tanto en agitar el banquillo. Sin embargo, el delantero ecuatoguineano no mejoró mucho el balance ofensivo porque el patrón de juego siguió siendo el mismo, con demasiado sobo de balón en la cueva. Un guion demasiado previsible. Aparte de un pase filtrado de Josema al que no llegó Tati por poco, una penetración de Michael en la que pidió penalti, y un golpe franco de Julyan Ayala que desvió con apuros Patu, La Solana ofreció poco más en ataque.

El 1-1 frente a La Roda amplifica la obligación de puntuar en San Clemente (sábado, 18 horas), rival a priori directo en la pelea por los tres primeros puestos. La buena noticia es que esto no ha hecho más que empezar y sería ilógico –y poco inteligente- tener más nervios de la cuenta. Queda por ver cómo responderá el equipo cuando tenga a toda su plantilla disponible. La paciencia es la mejor consejera, aunque en fútbol ya se sabe….