
Julián Noel Falcón, nuevo entrenador amarillo
Aurelio Maroto
El CF La Solana ha estado parado, aunque sin estarlo del todo. El carrusel de cartuchos fallidos para seguir en Tercera RFEF tras el arrastre en aquella fatídica última jornada de liga y ese sospechoso gol del Huracán Balazote en Azuqueca, han maniatado la planificación de la próxima temporada durante al menos dos meses. El último culebrón protagonizado por la Federación Española a cuenta de la plaza vacante en Segunda RFEF tampoco ha terminado con final feliz y La Solana, definitivamente, jugará en el Regional Preferente a partir del 8 de septiembre.
Sí o sí, hay que hacer un equipo contrarreloj y a día de hoy no hay noticias sobre renovaciones o fichajes. A excepción, eso sí, del entrenador, que como ya avanzó Radio Horizonte a principios de julio, será Julián Noel Falcón, grancanario de 48 años, afincado en Madrid y procedente del Rayo Mahadahonda, donde ha sido segundo entrenador de Armando de la Morena en Primera RFEF. Antes estuvo en el At. Pinto y la temporada 22/23 entrenó al juvenil nacional del Getafe. Tiene una academia de jugadores y conoce bien el mercado, sobre todo en el área de Madrid.
En su primera entrevista concedida a la emisora municipal de La Solana, Falcón ha dejado claro que aterriza en el banquillo de La Moheda con una mezcla ambición, responsabilidad y ganas de echar raíz. “Sé que en el fútbol pierdes cinco partidos y estás fuera, es así, pero vengo con la idea de un proyecto a medio-largo plazo donde podamos desarrollar el enorme potencial que tiene este club”, ha subrayado.
Un objetivo final
A partir de ahí, la pregunta era evidente: ¿Objetivos para la próxima temporada? “Vengo a un equipo que ha descendido por un arrastre y con más de veinte años en Tercera División, así que el objetivo es buscar el ascenso”. “Tengo que ser así de contundente, aun sabiendo que no se asciende en diciembre y que habrá cinco o seis equipos que pelearán encarnizadamente por lo mismo”. “Será una carrera de fondo y una temporada dura, pero creo que La Solana tiene que aspirar a todo por el nivel y la historia del club”.
Y a continuación, la otra pregunta clave: ¿Qué equipo necesitas para alcanzar esa meta? “Trasmití a la directiva que quería tener a la máxima gente posible de La Solana y se pusieron a trabajar en ello, pero no hemos podido retener a la mayoría; tendremos que suplirlos con otros jugadores y que no se note ese déficit”. “Ficharemos a jugadores que tengan hambre y quieran reivindicarse”.
Habrá jugadores de la zona de Madrid, pero el nuevo míster quiere entrenar todos los días en La Moheda, con el equipo junto. Durante la temporada planea Tres entrenos a la semana, que serán martes, jueves y viernes, con sesiones de gimnasio y campo. Pero antes, hará una pretemporada exigente, que probablemente arrancará la próxima semana. “Quiero al menos cinco semanas de preparación antes de la liga, mediremos bien los días de carga y jugaremos cinco o seis partidos para llegar con una idea de juego clara”. “Se trata de que el equipo vaya evolucionando después y no se quede estancado nunca; tenemos que ir mejorando constantemente”.
La preparación física, clave
Para alcanzar el umbral físico adecuado, Falcón llega acompañado por Antonio Tejero, preparador físico con amplia experiencia en el fútbol profesional, ya que trabajó para equipos como Jerez, Hércules o Málaga cuando estuvieron en Primera División, más el Córdoba en Segunda. Regresó a Madrid para dedicarse a la enseñanza y ahora vuelve a reengancharse al fútbol. Tejero será su cicerone en esta materia, que considera clave, ya que si no hay piernas difícilmente llegan los resultados.
Es lógico pensar que las noticias sobre fichajes llegarán de inmediato, habida cuenta de la marcha masiva de jugadores de la temporada pasada. Se han ido 17, los últimos Juli Cacho y Samu, canteranos con los que el club contaba, y el entrenador también. Pero ni la directiva ni el técnico se inquietan por ello. Si unos se van, otros vendrán. La cuestión es acertar. Mientras tanto, la afición está expectante. Y también algo inquieta, para qué negarlo.