Álex Talamino en una acción del partido del sábado contra el CB Móstoles Foto: GACETA de La Solana
Aurelio Maroto
El Doña Ramoncita-CB La Solana estrenó su casillero de victorias y, además, exhibió cierto músculo en el debut liguero frente a su afición. Derrotó al novato CB Móstoles por 93-83 tras un partido donde el equipo de Mica Tolosa fue siempre por delante en el electrónico, aunque no fue hasta el último cuarto cuando la distancia se estiró lo suficiente como para sentenciarlo. El pabellón ‘Antonio Serrano’ registró otra gran entrada y la hinchada disfrutó con los suyos.
El triunfo se cimentó en una buena interpretación del juego, con decisiones correctas en los momentos clave y, sobre todo, una mayor elasticidad de banquillo. La rotación local fue un lastre para los madrileños, más limitados en esa faceta. He ahí la gran diferencia del Doña Ramoncita respecto a la temporada pasada, cuando varios jugadores tenían que acumular minutos casi por obligación y la fatiga acababa convirtiéndose en un calvario.
Esa rotación, acompañada por un mejor equilibrio cuando sale la segunda unidad, permite que apenas se note la diferencia entre quintetos. Al menos, así fue durante el partido del sábado. Si hablamos de los debutantes, Insa Kane apretó en el arranque, Phillippe Correia subió el nivel en el tercero y Ramiro Cuadros tuvo su momento en el último. Ids Ibergen buscó constantemente el suyo, pero se empeñó en una guerra particular que a menudo deslució su indudable empeño por agradar.
El base catalán destaca la cohesión de grupo que tiene el equipo
Hay varios jugadores que agradecen la mayor profundidad de banquillo. Es el caso e Mario García, uno de los grandes estandartes. El ala-pívot jugó minutos de calidad cuando el equipo realmente lo necesitaba, por ejemplo en el último cuarto. Algo similar ocurrió con Darío Dondarza. El año pasado tenían toda la responsabilidad en el juego interior y ahora tienen el oxígeno impagable de Correia o Kane.
Sin embargo, el sábado hubo un jugador que volvió a desplegar su condición de ‘director’. Se llama Álex Talamino y nadie discute su liderazgo. El catalán volvió a ejercer de cerebro para dirigir las operaciones en pista. Se le ve feliz: “No se puede pedir más al equipo, al público, muy buenas sensaciones tras un partido que hemos controlado en todos los minutos”, declaró a Radio Horizonte al término del encuentro.
Reconoce que las nuevas incorporaciones se notan, básicamente porque todos aportan. “El que sale es para sumar y en el juego interior se nota mucho tener a un tío tan grande como Phillippe [Correia]”. Sin embargo, más allá de los fichajes, ‘Tala’ enfatiza los valores que ve en ese vestuario: “Estamos entrenando bien, hay buena cohesión de grupo, son muy buenos chicos que se están adaptando bien al equipo y al pueblo; creo que hemos acertado con los fichajes”.
Con estos mimbres, el base confía en hacer realidad la encomienda para esta temporada: ir más desahogados en esta segunda temporada en EBA. “El objetivo es no sufrir tanto y no llegar a la última jornada a vida o muerte”. “Si disfrutamos, hacemos las cosas bien y trabajamos en equipo irán llegando las victorias”.
También respondió a la pregunta de por qué decidió renovar tras recibir ofertas más suculentas. “Siempre dije que el año pasado fue increíble para mí y que si no tenía oferta de una categoría superior quería repetir”. “De momento, estoy muy contento y no me arrepiento de nada; tengo ganas de seguir disfrutando aquí”.