
Jose Chacón presentó al ponente en los prolegómenos de la charla
Aurelio Maroto
La Asociación de Familias y Amigos de Personas con Alzheimer y otras Dependencias (AFAAD) celebró el Día Mundial del Alzheimer con dos actividades públicas. Por un lado, una mesa informativa y petitoria en el mercadillo del miércoles, que logró recaudar 460 euros; por otro, una charla sobre el valor de la fisioterapia en el tratamiento de los afectados ante esta dura enfermedad.
El auditorio de la Casa de Cultura acogió la conferencia de Fernando Díaz-Mayordomo, fisioterapeuta solanero, que explicó las bondades del tratamiento físico como complemento del neurológico. Y no solo para los pacientes, sino también para los cuidadores y familiares. La presidenta de AFAAD, Jose Chacón, presentó al ponente y valoró su disponibilidad. También agradeció la colaboración del Ayuntamiento para ceder el auditorio, así como la presencia del delegado provincial de Bienestar Social, Eulalio Díaz-Cano.
“El fin último es conseguir la mejor calidad de vida posible para el enfermo y el mayor grado de independencia que podamos, siempre dentro de sus circunstancias”, declaró Fernando Díaz-Mayordomo a la prensa. Dejó claro que lo más importante es hacer un buen diagnóstico para lograr un tratamiento más individualizado, ya que cada enfermo es un mundo. De acuerdo con la sintomatología y las necesidades del paciente, el fisio elaborará un plan de actuación para mejorar el dolor o corregir vicios posturales.

Fernando Díaz-Mayordomo durante su ponencia
La fisioterapia en enfermos de Alzheimer u otras demencias es una herramienta en pleno crecimiento. “Cada día nos llega a la clínica más casos, generalmente para tratar síntomas relacionados con el dolor o la rigidez que se produce por la inmovilización”. “Tratamos de aliviar esos síntomas y pautarles una serie de ejercicios, tanto a él como las familias”. Y es que el entorno más cercano es una pieza clave. Los familiares serán quienes decidan completar el tratamiento farmacológico con la ayuda fisioterápica. “Hay una fase donde el paciente incluso no es consciente de la enfermedad, pero conforme vaya avanzando irán aumentando los síntomas y los familiares y cuidadores serán quienes tengan que buscar la ayuda profesional”.
Fernando Díaz-Mayordomo subraya la relación directa entre la mejora física y la mental. Afirma que está comprobado que las terapias físicas también ayudan a frenar el desarrollo de esta enfermedad. “Cuando mejoras el dolor o la movilidad del paciente, sus capacidades mentales también se estimulan”.