Aurelio Maroto
El 26 de julio de 2020, en aquella burbuja de Las Rozas, el Quesos La Casota-FF La Solana ascendió a Reto Iberdrola, por entonces la segunda categoría del fútbol femenino español. Luego llegaron dos temporadas más en la nueva Segunda RFEF. Y este sábado, La Moheda puso el epílogo a tres campañas para la historia, donde las amarillas se han codeado con la élite en liga, incluidas varias eliminatorias de la Copa del Rey. Sin embargo, el descenso tras el empate frente al Levante B, lejos de suponer un varapalo, llega anestesiado por varios factores, entre los que destaca la seguridad de que el proyecto para la próxima temporada ya está atado.
Es verdad que había decepción tras la consumación del descenso. Incluso algunas lágrimas. Al fin y al cabo, el equipo había nadado muy duro en los últimos tres meses, pero llegó a la orilla sin aliento. “Lo hemos intentado por todos los medios, pero nos ha faltado liga para lograr el objetivo”. “No hay ningún reproche y no es ningún fracaso”, decía David Peinado al término del partido. “Estamos muy tranquilos porque sabemos lo que hemos disfrutado estas tres temporadas viendo pasar a los equipos que hemos visto por La Moheda”.
El técnico solanero, que nunca ha escondido los errores de planificación de la plantilla el verano pasado, se queda con la reacción a partir de febrero, sobre todo tras los cambios en el mercado de invierno, entre ellos el regreso de Gabrielle Ngaska. Aun así, nadie daba un duro por la permanencia, que estaba a 14 puntos por entonces. El mismo Peinado sabía que era una misión casi imposible, por muchas esperanzas que diera de puertas para afuera. Por eso mismo se puso manos a la obra para organizar la próxima temporada, con toda probabilidad en Primera Nacional. Y no puede ser más claro: “El 80 por ciento de la plantilla está hecha, ya tienen su contrato firmado para seguir aquí”. “Tenemos claro que esto continúa y muchas veces se cierra un ciclo para abrir otro mejor”.
Insiste en que el FF La Solana no va dejar de ser un referente en el fútbol femenino de Castilla-La Mancha, a pesar del descenso de categoría. “No se nos van a caer los anillos por jugar en Primera Nacional porque vamos a ser los únicos de la provincia y en Castilla-La Mancha solo habrá tres”. “Es una categoría con rivales y escudos muy importantes también”.
A la pregunta de si buscará el retorno a Segunda RFEF, David Peinado sabe que no será tarea fácil. Los desplazamientos son muy similares y los ingresos no serán los mismos. Pero no parecen ser obstáculos que amilanen su ambición. “El nombre que tiene el FF La Solana a nivel nacional ahí está, y estar tres años en esa élite nos da ciertas facilidades; llevamos semanas llamándonos representantes de jugadoras que quieren venir; todos saben cómo gestionamos y cómo se trata aquí a la gente”. “Cuando pasa eso en club nos anima y ya tenemos proyecto ambicioso para, por qué no, volver a esta categoría”.