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Marian Alhambra y su jefe - copia

     Marian Alhambra junto a su jefe provincial en la inauguración oficial de la tienda

        Aurelio Maroto

      Las nuevas tecnologías, y en especial de la telefonía móvil, avanzan sin remisión y todavía hay mucha gente que no encuentra su lugar en este universo. Y a menudo no es por falta de interés, sino de alguien que facilite las cosas. En La Solana se acaba de abrir una tienda de multimarca en esta materia que pretende introducir una novedad: la formación.

      Manchatel 2000 ya tenía un establecimiento abierto en la calle Carrera, pero no tenía la comodidad ni la amplitud necesaria para atender la demanda, sobre todo de los más mayores. Ahora se ha trasladado a un local mucho mayor y, sobre todo, más accesible, en la misma y céntrica calle. “Hemos decidido cambiarlo por razones de accesibilidad para personas mayores, con poca movilidad, cochecitos de niño, etc.”, señala Marian Alhambra, gerente de la tienda. “Las escaleras eran un impedimento para que la gente viniera a visitarnos y a conocer lo que tenemos”.

Uno de los objetivos es ofrecer cursos informativos, sobre todo destinado a aquellas personas que quieran empezar o mejorar el uso de la telefonía móvil, por ejemplo manejo del whatsapp o videollamadas. Ella misma lo propuso al jefe de la cadena y recogió el guante. “No podemos olvidarnos de las personas mayores, que muchas veces me preguntaban, así que la necesidad de ampliar es porque el cliente lo ha pedido”. “Teníamos carencias que ahora ya podemos ofrecer”.

Marian Alhambra no oculta que se trata de vender y prosperar, como sucede con cualquier negocio, pero que la meta es más ambiciosa. “Somos asesores en telecomunicaciones, así que ofrecemos un servicio donde no hay una obligación de comprar un producto concreto, sino también de informarse”. “Les explicaremos las posibilidades que tienen en múltiples compañías de telefonía y que el cliente decida”.

Además de tarifas para todo tipo de bolsillos, con internet en casa, también se ofrecen móviles liberados, sin obligación de permanencias, además de accesorios, desde fundas a protectores, “que se pueden personalizar”.

La joven gerente inicia este nuevo desafío con la experiencia ya acumulada y el conocimiento de la clientela de La Solana, aunque admite que no es fácil emprender en los tiempos que corren. “Hay que ser valientes, esa es la verdad, pero creo que será un acierto por una simple razón: el cliente lo ha pedido”.

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