Las jugadoras y el cuerpo técnico posan felices tras pasar a la gran final por el ascenso
Aurelio Maroto
El FF La Solana B ya piensa en el CD Toledo. Será su rival en la finalísima y último escollo en la pugna por el ascenso a Primera Nacional Femenina. El filial amarillo descansa tras la ‘batalla’ ante un correoso Conquense, que buscó la remontada en La Moheda y no estuvo lejos de lograrla. Pero las jugadoras entrenadas por Sergio Casado defendieron con uñas y dientes la valiosa renta del 0-1 del partido de ida y aguantaron un inquietante 1-1 hasta el final.
El técnico admitía que no esperaban un partido tan intenso, pero tampoco lo descartaba. “Hay que ponerse en todos los escenarios y estábamos preparadas para sufrir”. “El rival ha hecho un buen partido y también hubieran sido un merecedor finalista”, admite. Es posible que la amplitud de La Moheda y la hierba natural pasaran factura, aunque hubo otro factor condicionante: los nervios. “El equipo físicamente está bien pero han podido pesar los nervios de jugar en el campo principal y ante tanta afición”.
Gloria paró este penalti, que pudo significar el 1-2
En efecto, el partido fue una fiesta que honró al fútbol femenino de cantera. No es habitual meter a tanta gente en un encuentro de Liga Regional y los solaneros respondieron a la llamada del club. Con independencia de los condicionantes del campo, primaban otros factores. “Queríamos dar un premio a las chicas y el mejor era jugar en uno de los campos emblemáticos de Castilla-La Mancha, que no es igual que jugar en el anexo”.
Esa fiesta se amplificó nada más terminar el duelo, con las jugadoras celebrando el pase a la gran final. Ahora toca recuperar sensaciones y preparar con mimo la eliminatoria ante el Toledo, que viene de despachar al Daimiel con mucha autoridad. Sergio Casado expresa el máximo respeto por este rival, que ha cuajado una gran temporada regular. El objetivo es sacar un buen resultado en el partido del próximo sábado en La Moheda (19 h.) y viajar con las máximas opciones el fin de semana siguiente. El sueño continúa intacto.