Una enfermera atendiendo a un asiduo donante Foto: GACETA
Gabriel Jaime
La Solana continúa su imparable aumento de donantes de sangre. Más de 300 personas, con 21 nuevos donantes, han pasado por las jornadas de extracciones que se han desarrollado en el Centro de Nuevas Tecnologías ‘Petra Mateos’ durante tres días consecutivos. La alta participación replantea la posibilidad de ampliar estas jornadas un día más en el futuro, según sugirió la doctora Pilar Muñoz Balbuena, responsable de donación y aféresis del Centro de Transfusión de Ciudad Real.
En declaraciones a la emisora municipal Radio Horizonte, la facultativa dijo “hemos tenido un incremento importante de donantes y nos planteamos venir de lunes a jueves la próxima ocasión para que la gente tenga más oferta de horario y vengan todavía más”. Apuntó que, siempre que vienen a La Solana, salen entre diez y quince nuevos donantes, si bien esta vez aumentaron hasta los veintiún nuevos altruistas.
El primer día se registraron 110 donaciones (55 hombres y 55 mujeres) y seis debutantes. La segunda jornada hubo 114 extracciones (64 hombres y 50 mujeres) con nueve noveles. El último día se contabilizaron 84 donantes (36 hombres y 48 mujeres) seis de ellos nuevos. La cifra total asciende a 308 donantes con casi una perfecta paridad entre hombres (155) y mujeres (153).
La doctora Muñoz tomando la tensión y la temperatura antes de la extracción Foto: GACETA
Donantes jóvenes y muy involucrados
El perfil general de los donantes en la provincia, es el de “gente fiel que ha donado muchas veces y cuya sangre está muy analizada, lo que es un grado de seguridad a la hora de transfundir”. En cuanto a los nuevos donantes “suele ser gente joven, animosa y con continuidad. Son personas que no vienen ocasionalmente, sino que repiten y se involucran en las donaciones”, según recalcó.
La doctora recalcó que “la sangre siempre hace falta, porque caduca y porque consumimos mucha”. Al respecto, señaló que con un mayor volumen de sangre “se pueden desarrollar más operaciones quirúrgicas y más tratamientos oncológicos sin tener que derivar a los enfermos a otros lugares”. Todos los grupos son necesarios, según indicó “para poner la sangre más igual posible y que exista el menor rechazo posible”.
Muñoz Balbuena encabezó el equipo que se desplazó desde Ciudad Real que también contó con la participación de cinco enfermeros, un auxiliar de clínica, un celador, un conductor y un auxiliar administrativo.