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El equipo mantiene la mentalidad y fortaleza del año pasado                                                                    Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

      El Frutas Doña Ramoncita-CB La Solana sigue a lo suyo, ganando cuando le toca partido. En esta estrambótica liga con jornada cada quince días, los amarillos marchan inmaculados, con tres victorias en otros tantos duelos. La última fue este sábado en un desangelado pabellón ‘La Moheda’. La víctima, el Basket Cervantes, al que hace tiempo que los amarillos tienen cogida la medida. No hay virus que los frene.

        El resultado final (88-74) refleja una superioridad que fue manifiesta durante tres cuartas partes del choque. Tras un arranque frenético, tan típico de los de Vitu, los ciudarrealeños equilibraron el electrónico. Fue un espejismo porque La Solana no tardó en volver a cobrar ventaja muy bien dirigida por Eloy Obregón y con ese martillo pilón llamado Mario García. Quince arriba al descanso y apenas hubo ya partido, habida cuenta que los locales se dedicaron a mantener la distancia, con pequeños vaivenes, hasta el final.

           En declaraciones a Radio Horizonte, Vitu admitía que su equipo fue mejor y puso una marcha más cuando lo necesitaba, aunque no ahorró elogios hacia un rival como el Basket Cervantes, que nunca bajó los brazos y compitió con orgullo. La realidad es que el Frutas Doña Ramoncita está fino en ataque. “Aunque en defensa se nota que estamos menos intensos que el año pasado, sí anotamos con facilidad en ataque y eso nos da muchas opciones de ganar”. El entrenador solanero destaca el alto nivel de compromiso de sus jugadores para mantenerse físicamente bien. “Son chavales que se cuidan y piensan en el equipo”.

        Eso sí, admite que es una lata jugar cada dos semanas, algo que diezma el ritmo de competición, especialmente en perfiles de plantilla como el que tiene a sus órdenes, formada por jugadores jóvenes y con una insaciable hambre de pista. El otro hándicap es la ausencia de público en las gradas. “Es una pena ver las gradas de La Moheda vacías, sin el apoyo de nuestra afición”. En este sentido, crecen las voces críticas contra una medida que muy pocos entienden, máxime cuando sí se permite que sí haya público en teatros, cines o ceremonias religiosas, por citar algunos ejemplos. Vitu, que evita entrar de lleno en la polémica, se limita a recordar que ellos siempre han cumplido con las medidas sanitarias y espera que la lógica vuelva más pronto que tarde.

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