Celebración del primer gol de La Solana, obra de Mini                                                                     Foto: GACETA

     Aurelio Maroto

La Solana: Monreal, De la Hoz, Juli, Diego Sevilla, Sancho, Mini, Raúl Delgado, Vicente, Luque, Maikel y Pirri. En la segunda parte salieron Meshack, Otman Cabriti y David Espinosa.

Manzanares: Adri López, Desdentado, Carlos Ramos, Mamadou, Meissa, Gascón, Cielo, Mauro, David Sevilla, Kamara y Richi. En la segunda mitad salieron Jesute, Miguel Serrano, Pablo de Haro y Dani Lozano.

Árbitro: Cuesta García. Amarillas al local Luque y al visitante Kamara.

Incidencias: Tarde espléndida en La Moheda, buena entrada de aficionados y gran trabajo de la directiva amarilla en el control de acceso, la señalización de asientos y la cartelería informativa. En líneas generales, gran comportamiento del público. Minuto de silencio en memoria de Bernardino Carrascosa Guerrero, uno de los refundadores del club en 1971.

Comentario: Por fin lo más parecido a un partido de liga. La Solana y Manzanares inauguraron la temporada con un clásico que dejó varios titulares. Uno, la contundente y merecida victoria amarilla gracias a su mayor nivel de intensidad y a su finura cara a puerta; fue un regreso de cine. Dos, la primera crisis en los azules, no tanto por la derrota como por las llamativas declaraciones de su entrenador, Rubén Chamero, al término del encuentro. Y tres –y aún más importante-, que los aficionados quieren fútbol. Con mascarilla, por supuesto; sentados, a ser posible; con tomas de temperatura y control de asistencia, lo que haga falta… Pero, por favor, dejemos que las aficiones pasen a sus estadios.

 

Aficionados con mascarilla y distnacia, y carteles informativos                                       Fotos: GACETA

            Sobre el césped –infame- de La Moheda asistimos a un estreno de contrastes. La Solana fue reconocible desde el inicio, es decir, muy sólida atrás, con poco juego escalonado en medio campo pero filo en las llegadas en velocidad. El Manzanares, a juicio de lo que su técnico dijo después, careció de intensidad y no estuvo a la altura táctica de su rival. Resultado: 3-0.

           Pepe Berja quería un partido intenso, de desgaste físico, tal vez consciente de la superioridad de los suyos a día de hoy. Y buscó en seguida la presión en tres cuartos, con Maikel de estilete arriba y la sorpresa –relativa- de Mini en el costado derecho. El canterano respondió con creces a la confianza cuajando un gran partido, con la firma del 1-0 incluida, precisamente a pase del ariete de Porzuna.

            Pero antes hubo que remar. El Manzanares comenzó bien asentado, intentando frenar el ímpetu local a base de dormir el balón. Eso sí, pronto exhibió fisuras en defensa y Raúl ya estuvo a punto de marcar en la primera aproximación local. Adri López lo evitó con una gran manopla. Hubo muchos minutos de poco fútbol, aunque La Solana siempre daba mayor sensación de peligro en las salidas, generalmente buscando a Maikel, escorado al lado zurdo junto a Vicente y las ayudas de De la Hoz desde atrás. Por esa banda llegó el 1-0, tras un buen servicio de Maikel, que vio la ruptura de Mini para que este, tras un primer control, le pagara duro y raso. Poco después, Maikel desperdició una ocasión de oro tras una alocada salida del meta manzanareño. Así acabó el primer asalto.

Juli marcó un gran gol y volvió a ser uno de los baluartes del equipo                                    Foto: GACETA

            En la reanudación, La Solana golpeó muy pronto y quizás puso la sentencia. Juli, ese tesoro de central, encontró un agujero por el centro, galopó y abrió a banda, donde Mini le devolvió un precioso y preciso centro a su propia cabeza. Golazo del solanero para, quizás, dejar listo el choque.

            Es verdad que el Manzanares intentó apretar, con Cielo como único guía algo productivo en la medular. Pero La Solana ya se sentía a gusto dejando metros, un escenario que domina a la perfección. Las embestidas visitantes, ya con toda su artillería en danza, carecían de claridad mientras Berja, rápido de reflejos, había dado entrada a Otman Cabriti y Meshack, y después David Espinosa, para oxigenar la proyección a la contra. En una de ellas, Raúl asistió a un voluntarioso Luque para que el pozoalbense cerrara la cuenta.

Rubén Chamero, muy crítico con su equipo

            En la rueda de prensa posterior, Pepe Berja estaba feliz, como no podía ser de otra forma, y felicitó a sus jugadores por el partido y por la victoria. Sin embargo, todo quedó eclipsado por las duras manifestaciones posteriores de Rubén Chamero, el entrenador visitante. Dio a entender que este resultado era el reflejo de un mal verano. “Se podía prever viendo la pretemporada que hemos hecho y viendo cómo evoluciona el equipo, sobre todo de cara a gol”. Dijo que la lectura no debía ir orientada a que necesitan más tiempo porque “creo que en cuatro o cinco semanas estaremos exactamente igual”. “Tenemos que hacer autocrítica, empezando desde el club y creo que desde hoy, yo como entrenador debo de estar cuestionado”.

La razón, según indicó, es que considera que sus jugadores deben dar mucho más porque tienen “muchísimo más fútbol”. “Hoy nos han ganado en intensidad y en todos los balones divididos”. “El Manzanares no puede competir así en Tercera División; o se toman decisiones o el equipo lo va pasar muy mal”. “Detectamos que hay cosas que trabajamos durante la semana y venimos al partido y los jugadores no las realizan, y eso nos cuestan goles”. “Me parece bien que haya jugadores con mucha experiencia de Tercera División, pero hay que trabajar como equipo, de lo contrario hoy nos vamos con 3-0 y la semana que viene nos iremos con 0-3”. Semana movidita la que se avecina en el pueblo vecino.