Los jugadores celebran uno de sus pocos goles esta temporada en La Moheda Foto: GACETA
Aurelio Maroto
El algodón no engaña, ni para lo bueno ni para lo malo. El CF La Solana es un equipo sin gol, pero también sin fisuras atrás. Basta echar un vistazo a la estadística del último trimestre y ver cómo el equipo camina huérfano cara a la puerta contraria, mientras apuntala un muro infranqueable en torno a Monreal.
El guardameta de Cinco Casas fue el héroe de La Fuensanta este domingo, en el epílogo de la primera vuelta. Sus intervenciones frenaron el ímpetu de un Conquense ansioso y ayudaron a sostener un 0-0 más, el tercero consecutivo y el cuarto en los últimos ocho partidos. Junto a quien guarda la llave, un puñado de hoplitas se abigarran atrás como espartanos en las Termópilas. Es impresionante el nivel que está dando la defensa.
Mirando con perspectiva, La Solana ha cuajado una óptima primera vuelta, que adjetivaríamos como ‘excelente’ si sólo miramos la comparativa del año pasado, donde los amarillos acabaron el primer round liguero con el cartel de colistas y 15 puntos. Ahora son novenos con 24, una diferencia notable. Además, las sensaciones son buenas en el seno del club y en la afición. Todos los entrenadores rivales, sin excepción, coinciden en que La Solana no debe sufrir en absoluto.
Pero hay dos cosas que deambulan por la mente de muchos. Una, que esa novena posición está cogida con alfileres habida cuenta de la escasa diferencia de puntos con un carrusel de equipos que coquetean con los puestos de descenso y de posible arrastre. Y dos, imaginan dónde estaría La Solana de haber tenido un poco más de pólvora arriba. Ningún delantero amarillo se acerca siquiera a los grandes francotiradores de esta autodenominada ‘Súper Tercera’. Siendo novena en solitario, La Solana es decimosegunda en goles marcados con 19, empatada con cuatro equipos más, de los cuales menos de la mitad (9) en La Moheda. El problema no está en la producción de ocasiones, sino en la producción de goles. Y sin goles, no hay paraíso.
La doble tarea en la segunda vuelta resulta evidente, y es mantener la solidez defensiva mientras se mejora la capacidad anotadora. El tercer factor es reequipar la plantilla, diezmada tras la marcha de Douglas, Nacho País y Víctor Torres. Y todos los esfuerzos miran a un único sitio: la delantera. Las redes están echadas y el pescado a punto de picar. Esta semana se esperan novedades.