Un momento de la despedida en el altar de la plaza de toros Foto: GACETA
Paulino Sánchez
Con tiempo soleado, aunque frío, se realizaba en la mañana del lunes el traslado de la Virgen de Peñarroya hasta el Castillo tras la estancia en La Solana desde septiembre.
En los cultos organizados con motivo de su marcha, los fieles han llenado todas las noches el templo de Santa Catalina en la despedida a la Patrona, participando en cada una de las novenas los diferentes centros educativos de la localidad, así como en la función de despedida a mediodía del domingo. Por la noche se realizó el traslado procesional de la imagen desde la parroquia de Santa Catalina hasta su ermita del Humilladero.
Capitana y directivos en la procesión de bajada al Humilladero Foto: GACETA
Abría el cortejo la Agrupación Musical de San Sebastián, continuaban los encargados de bailar las banderas que lo hicieron en todo el recorrido. Delante de la carroza marchaba la capitana de este año, acompañada de los directivos, figurando la Virgen en su carroza, adornada con numerosos claveles de color rosa, que hacían juego con el manto, mientras que las imágenes de la Virgen y el Chatillo portaban las coronas reales, flanqueando la carroza los alabarderos que la custodian. Marchando detrás el clero, encabezado por el obispo Santos Montoya, natural de La Solana y tío dela capitana de este año, Elena Padilla, así como las autoridades locales, cerrando el desfile la Banda Municipal de La Solana. Las calles del recorrido se encontraban engalanadas con numerosas banderolas.
El alcalde lanza los tradicionales 'vivas' antes del cierre del cochecillo Foto: GACETA
En la mañana del lunes se rezó el rosario y se oficiaba la misa en la ermita, siendo trasladada y acompañada de numerosos fieles y caballistas hasta el altar de la Plaza de Toros, donde era interpretado el Himno de la Virgen y luego el de La Solana por la Banda Municipal, cerrando el alcalde, Luis Díaz-Cacho, el cochecillo de viaje, que como es tradicional lanzó al aire los vivas a la Virgen y el Chatillo. Ya en el Castillo de Peñarroya, por la tarde se rezaba el rosario, retornando los romeros que la habían acompañado y que volverán a por ella el próximo mes de septiembre.
Satisfacción en la cofradía
Finalizados los actos de despedida a la Patrona, la presidenta de la cofradía de la Virgen de Peñarroya, Rosa Sánchez, destacó la implicación de solaneros y solaneras en todo momento. Por un lado, subrayó la alta participación de fieles en el novenario y especialmente la colaboración de los colegios e institutos de secundaria de la localidad. Argumentó que estas actividades sirven para ir sembrando el amor a la patrona desde edades tempranas. Por otro lado, la presidenta elogió la asistencia de público que llenaba los recorridos procesionales a pesar del frío, agradeciendo la complicidad de la ciudadanía con su madre.
La presidenta también habló de la capitana del presente año, Elena Padilla Montoya, nieta de Bernardo Montoya, que fuera también capitán hace diez años. La mujer que llevará la vara de mando hasta diciembre vive actualmente en Madrid y también es sobrina del obispo solanero Santos Montoya que se desplazó hasta la localidad para acompañarla en todos los actos programados. La cofradía ha destacado la presencia del religioso.
Por último, Sánchez recordó que se ha marchado la imagen, pero que la Virgen de Peñarroya siempre está en La Solana. En todo caso, cualquier persona puede visitarla en su castillo cada día desde las diez de la mañana hasta caer la tarde.