El mercadillo dispensó artículos variopintos y contó con el apoyo ciudadano todo el día       Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            Los solaneros volvieron a volcarse con la causa del mercadillo misionero. La decimocuarta edición se celebró en un soleado, aunque fresco, domingo de noviembre, que terminó con una recaudación total de 2.919 euros. Una cantidad muy apreciable conseguida gracias a la solidaridad de la gente, pero fundamentalmente al trabajo de los voluntarios y gente que ha colaborado de manera altruista en la donación y preparación de los múltiples objetos de venta.

La Plaza Mayor pronto se llenó de puestos junto a los soportales de la fachada consistorial y los primeros compradores no tardaron en llegar. Como es norma, los dulces fueron objetivo prioritario, en especial las pastas de las monjas dominicas y el resto de dulces preparados para la ocasión. La novedad fueron las muchas plantas presentadas, más que ningún año, que también tuvieron buena aceptación. También había artículos de bisutería y regalos de lo más variopinto.

Mucha gente se fue acercando a los tenderetes para comprar esto o aquello, a menudo pagando algo más que el precio estipulado, a modo de donativo.

Y en medio de la plaza, Marisol Morales se afanó en asar castañas, ideales para una mañana que por fin recordaba al invierno, que tanto ha tardado en llegar.

Los voluntarios de los grupos de misiones terminaron algo cansados por el trabajo llevado a cabo, pero a la vez muy satisfechos con el resultado final. Cuando la gente colabora, todo es más llevadero. El dinero recaudado irá a parar a la Delegación de Misiones de Ciudad Real.