Almarcha y Naranjo nada más marcar el primer y el tercer gol                                                                                                                       Fotos: GACETA

          Aurelio Maroto

La Solana: Aless, Diego Sevilla, Juli, Manuel, Dani, Josema, Almarcha, Capelo, Babu, Mini y Naranjo. En la reanudación salieron Edu Corrales, José María y Juande.

At. Ibañés: Álvaro, Candi, Ródenas, Misa, Chan, Fredy, Carlos, Juanan, Félix, Víctor y Marcos. En la segunda parte salieron Guille, Jorge, Fran y Cata.

Árbitro: Sandoval Marchante. Amonestó a los locales Almarcha, Aless, Juli y Naranjo, y a los visitantes Carlos y Fredy.

Goles: 0-1 m.25 Víctor.

1-1           m.45 Almarcha.

2-1    m.49 Almarcha.

2-2     m.54 Víctor, de penalti.

3-2     m.79 Naranjo.

Incidencias: Tarde soleada y fría en La Moheda. Más de 400 espectadores.

Comentario: La providencia tenía guardada, todavía, una sorpresa al hijo del gol, que no había dicho su última palabra. Qué va. Naranjo emergió como en los viejos tiempos, y en el momento justo, para dinamitar al líder. Lo hizo con una maniobra de crack, tirando abajo La Moheda. Enloquecido, corrió como un poseso en busca de la nada, o del todo, y se tiró al suelo con los ojos enrojecidos mientras sus compañeros se hacían la ola. Ellos y su afición. Sí, su afición, que coreó su nombre como no hace tanto.

            Naranjo fue el mago de Oriente que trajo la mirra, con los mejores aromas. Almarcha, el otro mago de la tarde, ya había recetado incienso y oro con anterioridad. Ambos pilotaron una nave que necesitaba gasolina en forma de puntos tras el gripaje de La Gineta. La Solana ganó al At. Ibañés por dos razones. Una, porque puso más corazón y más fútbol. Y dos, porque salieron a relucir esos jugadores que un equipo con aspiraciones necesita tener, sí o sí, en momentos concretos. Como este.

            El At. Ibañés plantó sus reales en La Moheda desde el primer minuto, apretando en la presión y muy encima de los pensadores amarillos. Ahí pareció ganar su primera batalla el equipo visitante porque el partido se enredó en un tuya-mía sin mucha sustancia, caldo de cultivo perfecto para un rival de gran talento, consciente de su facilidad para golpear en medio de la insulsez.

            Josema intentaba dar salida al equipo apoyándose en Almarcha y en las ayudas de Babu y Naranjo, sin mucho éxito. Mini y Dani también se descolgaban por el costado derecho, pero sin peligro real y en ocasiones con reproches mutuos. Precisamente por ese lado llegó el mayor peligro rojiblanco y por ahí llegó el 0-1, tras un buen centro que cabeceó Víctor al contrapié de Aless.

            La Solana no estaba jugando mal, pero tampoco bien, y ese gol fue un guindilla en el trasero. Empujado por La Moheda, el equipo tocó a rebato y se lanzó a por el empate. Comenzó a acumular ocasiones, todas muy claras, pero ni Naranjo, ni Mini, ni Almarcha, acertaron en tres acciones clamorosas. La avalancha local recibió premio sobre la campana, cuando Almarcha por fin superó a Álvaro.

La afición estuvo espléndida toda la tarde con el equipo                                                                                                                       Foto: GACETA

            La reanudación fue un replay del último tramo del primer tiempo, con La Solana volcada sobre la meta visitante. A los tres minutos, Mini centra al punto de penalti y ¿quién está allí? Almarcha, por supuesto, que marca con la cabeza tras un delicioso giro de cuello al palo contrario. La Moheda se caía.

            Pero el At. Ibañés quiso recordar que manda con puño de hierro en la Preferente por algo. Se echó al ataque, tuvo un par de ocasiones muy seguidas y finalmente logró forzar el penalti de Aless, que dio origen al empate, obra de Félix.

            Era el minuto 8, sólo cinco después del 2-1. La Solana tenía que demostrar, más que nunca, cuánto pesan sus charreteras en la categoría. Y lo demostró, vaya si lo demostró. Se repuso enseguida del mazazo y volvió a dominar el tempo de partido. Gran despliegue técnico de Capelo en el corazón del campo, controlando el juego dinámico junto a Josema y Almarcha. En la media punta, mucho desgaste de Babu en las paredes e impagable labor de Naranjo en el juego de espaldas, sacando siempre leche de una alcuza. Mini, que ya había asistido el segundo a Almarcha, corrió de arriba abajo por su banda y tuvo el tercero en un zapatazo en carrera que sacó Álvaro con una gran manopla. A todo esto se añadió un movimiento audaz de Luismi, que sentó a Manuel para dar entrada a Edu Corrales. Lateral por extremo en un todo o nada.

            Ese ímpetu por ganar, unido a un Ibañés incapaz ya de encontrar agujeros en la retaguardia local, terminó con la maravilla de Naranjo. El pastel no había que tocarlo, aunque La Solana aún pudo poner una guinda más antes del final, sobre todo en un penalti fallado por Edu Corrales en tiempo de prolongación. Daba igual. Nunca antes un penalti tuvo tan poca importancia. Afortunadamente.

Luismi da instrucciones durante el partido contra el At. Ibañés                                                                                      Foto: GACETA

Luismi: “Ha ganado quien más lo ha buscado”

            Al término del partido, comparecieron ante los medios Luismi y Naranjo. El técnico salmantino resumió el partido con un titular: “ha ganado el equipo que más lo ha buscado”. Felicitó a sus futbolistas por el compromiso mostrado, plasmado en un esfuerzo físico descomunal. Admitió que las navidades habían sido duras tras el 4-0 de La Gineta, y que habían trabajado fuerte para este partido. También agradeció mucho el empuje de La Moheda. Pero recordó que la ruleta no para y el domingo que viene arranca la segunda vuelta, otra vez en casa contra el At. Puertollano “un equipo que no es peor que el que ha venido hoy”, advirtió.

Naranjo: “Es un sueño cumplido”

            Naranjo tampoco no podía ocultar su alegría. “Jamás podía pensar esto cuando hace cuatro meses estaba retirado del fútbol”. “Para mí es un sueño cumplido volver a jugar en La Moheda, ante mi afición, mi equipo y marcar el gol de la victoria. Más no se puede pedir”. Reconoce que es una victoria balsámica y un golpe de moral fuerte para afrontar el próximo partido y que la afición se vuelva a enchufar. “Estamos convencido de que este año puede ser grande”.