Fernando García en el pabellón La Moheda

             Aurelio Maroto

            Fernando García Alhambra ya es el nuevo Director Deportivo de la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha. El nombramiento es oficial y se convierte en el brazo derecho del recién elegido presidente, José Luis Rodrigo, en la apertura de esta nueva etapa del basket autonómico.

            El joven entrenador solanero, actual director de la Escuela Municipal de Baloncesto y técnico del CB La Solana junior, que milita en categoría especial, asume así el reto de recuperar el crédito de una institución asolada por la controvertida gestión de Ramón Granados. El nuevo equipo no lo tendrá fácil, ya que se ha encontrado una situación dramática en el seno de la FBCLM. A la huída masiva de clubes para engrosar la liga paralela organizada por la APBCLM, un cisma sin precedentes, se une una tesorería en números rojos, con una deuda económica importante, amén de una reputación bajo mínimos.

            Fernando García es plenamente consciente de dónde se mete, pero no se achica. En declaraciones a Radio Horizonte-La Solana, afirma que alguien tiene que reflotar la institución. “La gente que amamos nuestro baloncesto tenemos que arrimar el hombro, con humildad y ganas de trabajar”. Es la palabra clave: trabajar, y hacerlo conscientes de que lo último ahora es pensar en retribuciones económicas. De hecho, no tiene pensado dejar su empleo funcionarial como coordinador del Área de Deportes del Ayuntamiento de La Solana.

            El trabajo del flamante director deportivo ya ha comenzado. Su teléfono no para y los contactos se están multiplicando. Hay que reorganizar las competiciones, preocuparse de las selecciones autonómicas, preparar el Campeonato de España, cuidar la cantera… Y, por supuesto, recuperar la confianza de los clubes y del estamento arbitral. “Nos la tenemos que ganar a base de un trabajo asiduo y honesto, no hay otra receta”.

            Fernando prefiere no entrar en el discutido reinado del anterior presidente. Quien le conoce, sabe que su máxima es el diálogo y el acuerdo, sin rencores. “Siempre he creído que hablando se entiende la gente y que sacar trapos sucios públicamente no conduce a nada”. Pero, aunque no lo diga, sabe muy bien que los cajones de la Federación tienen telarañas y aún se pueden encontrar más sorpresas.

            Lo único seguro es que una nueva era se abre para el baloncesto de Castilla-La Mancha. Ese proyecto de reconstrucción es, precisamente, lo que más seduce a Fernando García. Normal cuando llevas el baloncesto en la sangre.