Once titular del CF La Solana frente al Villamalea                                                                                                                                          Foto: GACETA

          Aurelio Maroto

La Solana: Aless, Sancho, Diego Sevilla, Manuel, Dani, Mini, Almarcha, Babu, Edu Corrales, Raúl y Juli. En la segunda parte salieron Naranjo, Josema, Edu Jiménez y José María.

Villamalea: Michel, Oñote, Víctor, Pacheco, Mada, Chiki, Álvaro Viña, Borja, Nacho, Álvaro y Ángel. También jugaron Javi, Carlos y Javi Borja.

Árbitro: Gutiérrez Díaz Ceso. Amonestó a los locales Sancho y Almarcha y al visitante Oñate. Expulsó a su técnico, Pedro Luis Martínez.

Incidencias: Buena entrada en La Moheda. El solanero Paco Moreno, subcampeón de España de Fisioculturismo, fue homenajeado en los prolegómenos por parte del club.

Paco Moreno recibe su carné de honor por su éxito en Almería                                                    Foto: GACETA

Comentario: ¿Por qué un rival claramente inferior se sube a las barbas y la arranca? Fácil, porque le dejas. La Solana no pudo con el Villamalea en un partido que se puso mal desde el minuto uno. Sí, se puso mal porque Raúl hizo el 1-0 en la primera jugada, sin sufrir, casi sin darte cuenta. Mal asunto cuando enfrente tienes al cuarto por la cola y te da el balón. Fue tan simple que ese gol madrugador desconectó la corriente. Los amarillos se vieron tan superiores que se descolocó mentalmente y desdeñó una de las esencias de este deporte: el corazón.

            El Villamalea llegó a La Moheda en busca de un tal vez, de un quizás, sabedor de que tocar pelo sería muy complicado. La Solana llegaba escocida tras caer en Miguelturra y la afición andaba expectante. ‘Los 400 de La Moheda’ esperaban una reacción y pareció que la encontraban incluso antes de situarse. Pero el gol de Raúl desenchufó al equipo, que comenzó a manosear el balón sin sustancia, sin ritmo, sin empuje. Diego Sevilla porfiaba, Almarcha lo intentaba, Corrales la buscaba y Manuel doblaba más que otras tardes. Pero faltaba chispa. Babu anduvo errático y Raúl no encontró la senda entre líneas. De hecho, tras el gol sólo anotamos un disparo de Edu Corrales, a bote pronto, desde el borde del área, como la acción más peligrosa en muchos minutos.

            Mientras el 1-0 no se moviera, el Villamalea estaba vivo. Y tanto. Al filo del descanso, un saque de esquina provoca una segunda jugada y Pacheco hace el empate. Aviso a navegantes.

            Luismi reaccionó porque no le gustaba lo que veía. Metió más madera con Josema y Naranjo, dos pesos pesados. El centrocampista pronto exhibió su clase dibujando un pase fantástico a Corrales, pero su remate lo escupió el palo. Y el delantero en seguida fijó la defensa y generó un par de ocasiones. La Solana apretaba de verdad. Pero Naranjo sintió un pinchazo en su abductor derecho y tuvo que abandonar. Serio contratiempo que no pareció afectar al equipo, ahora sí poniendo alma. Mini jugó sus mejores minutos por la derecha, entrando una y otra vez tras recibir buenas diagonales. Por el costado zurdo, Manuel y Edu Corrales eran dos puñales. Almarcha ya avisó en el minuto veinte, poco antes de su gol, tras un certero cabezazo a centro de Mini.

            El viento soplaba a favor, pero La Solana se encargó de que amainara. Los locales frenaron su ímpetu. Craso error que devolvió la esperanza a un Villamalea hasta ese instante desbordado. Otro córner retrató el mal balance defensivo de toda la tarde y los visitantes empataron casi sin querer. Decepción al canto y caras largas.

            Luismi no escondió la realidad en la sala de prensa. “El gol tan pronto nos ha hecho daño, porque lo consigues sin esfuerzo y eso te despista”. A partir de ahí, admitió que sus jugadores no supieron qué hacer con el balón en los pies. Pero el técnico puso el acento en la defensa. “Hemos defendido mal, y si defiendes mal, atacas mal”. Los dos goles fueron a balón parado. Por cierto, La Solana ha recibido 4 goles en dos partidos, cuando había recibido 5 en los diez anteriores. Toca reflexionar.