Imprimir

          

Ser padres es una de las funciones más importantes que se asume en la vida, una realidad que aporta grandes satisfacciones pero que también implica asumir responsabilidades que a veces generan dudas.

 

La evolución de los/as niños/as puede ser distinta de la esperada. Algunos/as niños/as presentan dificultades en el desarrollo que pueden ser transitorias y mejorar o desaparecer con una adecuada intervención. Otros/as niños/as presentan trastornos en su desarrollo que, si bien van a ser permanentes, es importante detectarlos precozmente para que puedan beneficiarse de una ayuda eficaz.

 

Los primeros años de la vida son cruciales para el ser humano.

 

El desarrollo neurológico de las personas sigue un calendario madurativo inscrito en el código genético de la especie humana. Este calendario madurativo supone la existencia de períodos concretos en los que el aprendizaje de cada habilidad es más fácil para el niño/a. Es especialmente en los 2-3 primeros años de vida cuando la plasticidad del sistema nervioso del niño es máxima, por lo que es un período que no debemos desaprovechar.

 

Está demostrado que el desarrollo neurológico de la persona es producto de la interacción de dos tipos de factores: 1. Los genes con los que nace, y 2. La estimulación que recibe de su entorno, que permite la adquisición y consolidación de los aprendizajes que los genes tienen previsto para cada edad. En este sentido, la familia del niño/a tiene el papel central, pues nacemos genéticamente preparados para recibir su cariño, cuidado, estimulación y educación.

 

Está demostrado también que los niños aprenden mejor en sus actividades cotidianas, rodeados de sus seres queridos y con los objetivos que éstos plantean para su niño/a, y no a través del trabajo de profesionales en entornos extraños para el niño/a y con objetivos recogidos en escalas estandarizadas.

 

El objetivo del servicio de Atención Temprana es colaborar con las familias para dotarlas de aquellas herramientas que les permitan facilitar el desarrollo del niño/a.

 

La formación de la familia le permite a ésta crear oportunidades de aprendizaje para el niño/a a lo largo de todo el día insertas en sus rutinas habituales, multiplicándose así el efecto de la intervención de los profesionales.

 

Usamos cookies para mejorar su experiencia en nuestra web. Más información en: Guía de uso de las cookies.

  Acepto el uso de las cookies en este sitio.