Los cabezudos son un clásico en la inauguración oficial de la feria                                                                                                         Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

            Eran las 9 en punto de la tarde cuando la Agrupación Musical de San Sebastián hizo sonar sus tambores. Puntualidad taurina para una cita imprescindible en el calendario festivo de La Solana. La Feria y Fiestas de Santiago y Santa Ana 2016 acababan de empezar. Tras la música, los gigantes y cabezudos, y más atrás la Banda Municipal de Música. Cerrando el cortejo, las autoridades, el pregonero y demás invitados en la comitiva oficial.

Don Quijote y Dulcinea y calle repleta de gente en el desfile inaugural                                                                                                                     Fotos: GACETA

Un paseíllo tradicional y con un punto de magia, aquella que ofrecen los ojos de los niños, abiertos de par en par, y la sonrisa cómplice de los cientos de ciudadanos que se mantienen fieles a este momento.

            La inauguración estaba en marcha. La siguiente estación era el corte de la cinta en la entrada al ferial. Allí, el alcalde cogió las tijeras y repartió pedazos de la enseña nacional al pregonero y al resto de autoridades, entre ellas varios alcaldes de la comarca. Un pequeño aplauso antes de reiniciar la marcha rumbo al mástil de la bandera de La Solana, que fue izada, como manda la tradición, bajo los compases del himno local.

El alcalde entrega un trozo de cinta al pregonero                                                                                                                                                      Foto: GACETA    

       Después llegó el último paseo por las casetas y los tiovivos, entre una multitud que calentaba motores para iniciar la fiesta. Y así arrancó una nueva edición de la feria solanera, que se dispuso ya para vivir el acto del pregón, que pronunciaría el pediatra solanero Antonio Salcedo Posadas en el auditorio ‘Tomás Barrera Saavedra’.