Así quedó el campo. La imagen habla por sí sola                                                                                                                                                           Foto: Agustín Losa

         Paulino Sánchez

Dos huracanes llegaron el domingo por la tarde a La Moheda. Uno estaba previsto, el Huracán de Balazote, rival de turno. Pero también apareció el huracán meteorológico, con fuerte viento al que siguió una granizada súbita que dejó blanco el césped de La Moheda, además de los truenos y relámpagos como acompañamiento. Obligaron a suspender el partido a la media hora juega ante la imposibilidad de continuar jugando.

La verdad es que parecía que el partido estaba predispuesto a no jugarse. Primero porque el Balazote avisó de una avería en el autocar que retrasaría su llegada a La Solana, cosa que hicieron a las 4,15 de la tarde, un cuarto de hora antes del comienzo previsto.

Aunque el encuentro se inició con retraso sobre el horario previsto y con mucho viento, salieron los equipos al campo. Los jugadores de La Solana lo hicieron con camisetas blancas en las que se podía leer “Estamos contigo PEPE”, mensaje dirigido al cuidador del campo, aquejado de una enfermedad y para el que tuvo ese bonito mensaje la plantilla solanera.

Gran detalle de la plantilla con 'Pepe', el cuidador del campo, de baja por enfermedad                        Foto: Agustín Losa

Dio comienzo el partido y duró media hora en la que prácticamente no dejó nada para la historia. La Solana no tenía su tarde y sólo tuvo una ocasión de Maikel. Fue precisamente entonces cuando llegó el granizo, que obligó al árbitro a señalar el camino del vestuario porque era imposible seguir en el campo ante la intensidad y fuerza de la tormenta que descargaba, y que estuvo acompañada por aparato eléctrico.

Pasada la tormenta llegó la hora de las deliberaciones, pisar el campo, intentar limpiar las líneas con cepillos por parte del presidente y algunos directivos, la indecisión del árbitro, que no estaba por la labor de suspender el partido y, finalmente, la suspensión del encuentro porque como era imposible jugar en esas condiciones al no verse nada más que una extensión blanca sin líneas en las bandas, las áreas ni en el centro del campo, ni posibilidad de deshelar el granizo.

El entrenador amarillo, Ángel Izquierdo, declaró al final del partido que era lo mejor que se podía hacer. Por un lado, porque el partido no era demasiado bueno para La Solana, pero fundamentalmente ante la posibilidad de lesiones y porque el césped estaba impracticable.

El partido tendrá que reanudarse, con empate a cero, desde el minuto 30 de la primera parte. La fecha está por determinar.