Victoria Moreno durante su charla científica sobre el vino                                                                                               Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

Victoria Moreno no es una cualquiera cuando de vino se habla. Aunque no trabaja en una bodega, ni es sumiller en un restaurante, sí conoce muy bien lo que hay dentro de él. Trabaja como investigadora del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y lo tiene claro: “Consumido de forma razonable, con moderación, hay muchas evidencias de sus efectos beneficiosos y preventivo de muchas enfermedades”. La experta pronunció una conferencia en el auditorio del Palacio Don Diego bajo el título “¿Qué sabemos del vino?”, dentro de las actividades del Festival de Cine y Vino. Reunió a unos 60 espectadores.

En declaraciones previas a la prensa, Victoria Moreno insistió en que el vino es un alimento-placer que sigue gustando y la población lo sigue eligiendo. Su mensaje consistía en trasladar a la ciudadanía lo que un científico sabe del vino, pero desde un lenguaje cercano. “El vino es un alimento complejo y atractivo para su estudio desde el punto de vista químico, tiene efectos saludables y es un producto placentero”.

            En lo científico, la investigadora afirma que el vino es un modelo como alimento para el avance de muchas disciplinas, pero n comulga demasiado con algunas ‘liturgias’. “Desdramatizaría ese ritual que hay en torno al descorche de una botella. Esa parafernalia no me gusta mucho”.

            Esos efectos saludables del vino se atribuyen a unas los polifenoles, una sustancia beneficiosa para el organismo. “Quizás los vinos tintos pueden aportar algún beneficio más, pero nada es exacto, como todo en la vida”. En cualquier caso, terminó aconsejando un consumo moderado de vino y disfrutarlo. “Yo lo hago” –concluyó-.