Escena de El Bosque de Grimm

           Gabriel Jaime

Poco más de un centenar de espectadores disfrutaron del espectáculo familiar “El bosque de Grimm”, una versión contemporánea inspirada en los cuentos populares de siempre. Se trata de un montaje visual de teatro gestual y títeres en el que la música se convierte en el motor principal.

La compañía granadina La Maquiné Teatro pone en escena los clásicos de la literatura infantil como “Pulgarcito”, “Caperucita”, Blancanieves” ó “La bella durmiente”, creando un lenguaje evocador que describe los personajes de aquellos cuentos de una forma original y divertida. En el escenario sólo hay dos actrices para la manipulación de títeres y objetos, derrochando un gran trabajo gestual que gira en torno a la música creada por Maurice Ravel.

Y es que la música se convierte en el motor del espectáculo, según declaró a la prensa local el director del montaje, Joaquín Casanova, indicando que al no tener texto, permite captar especialmente el alma infantil a través de la partitura de fondo. Indicó que se apoyan por completo en la música porque son artistas plásticos.

El director argumentó que la intención de esta obra familiar intenta captar la atmósfera de estos cuentos para que el público reconozca perfectamente todo lo que ve en escena. Por eso, aseguró que el espectáculo está pensado en niños y adultos de tal manera que los padres e hijos compartan posteriormente su experiencia en el teatro, educando así la sensibilidad del espectador.

“El bosque de Grimm” está incluida en el Programa Platea del Ministerio de Educación y Cultura, habiendo conseguido el premio Max de teatro al mejor espectáculo infantil y también el reconocimiento como mejor espectáculo andaluz. En este sentido, Casanova habló de la carrera meteórica de la compañía desde su creación en el año 2.008, habiendo evolucionado en cada montaje que han sido representados en toda España y también en países como Francia, Irlanda ó Chile.

Numerosas familias se dieron cita en el teatro “Tomás Barrera” para presenciar el espectáculo, sumando un aforo de poco más de un centenar de personas.