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Procesión final-2

Hubo muchas chicas con mantilla española que acompañaron a la patrona  Foto: GACETA

Gabriel Jaime

El novenario a la Virgen de Peñarroya finalizó con la tradicional procesión de la patrona por el itinerario de costumbre. La actividad cerró los actos programados por la cofradía para ensalzar la venida de la imagen que, a partir de ahora, descansará en el camarín de la Parroquia de Santa Catalina.

El desfile procesional partía desde el templo parroquial sobre las nueve de la noche, ante la presencia de cientos de solaneros que aguardaban la salida de la virgen. La Plaza Mayor fue uno de los puntos en los que se congregaban más fieles, junto con otros parajes como la zona del Cristo del Amor y la Plazuela de la Marquina. El público se mostró expectante por la llegada de la patrona y mirando al cielo ante la amenaza de lluvia, si bien no se produjo precipitación alguna.

Tras el estandarte de la patrona, abría la procesión la Banda Municipal de Música dirigida por Ángel Sancho, que interpretó distintas marchas durante el itinerario. Tras los músicos, los genuinos abanderados que bailaron las telas con sus originales y característicos estilos, abanicando de forma improvisada al público que esperaba en las aceras. A continuación desfilaban numerosos miembros de todas las cofradías y hermandades solaneras, precediendo a un gran número de mujeres y niñas ataviadas con la mantilla española.

La virgen lucía un manto de color blanco en su carroza bellamente engalanada, siendo escoltada por los alabarderos. A su paso, muchas gargantas espontáneas gritaron los típicos “vivas” a la patrona y al “Chatillo”.

Tras la imagen, las autoridades locales y de Argamasilla de Alba acompañaron al párroco Benjamín Rey, que estuvo flanqueado por los predicadores del novenario. Precisamente, al finalizar la procesión, y con la imagen en el pórtico de la parroquia, el sacerdote recalcó “la comunión que la madre nos ha hecho experimentar durante estos días”, indicando que “nos ha transmitido el amor de Dios”. El párroco invitó a los solaneros a un doble movimiento para “entrar y salir”. Rey señaló que se puede entrar en la iglesia para hablar con la virgen y salir a llamar a otros para que sepan donde tienen su casa.

El desfile procesional lo cerraba la Agrupación Musical de San Sebastián, que también interpretó conocidas marchas de su repertorio tras la imagen de la patrona.

Ahora, la Virgen de Peñarroya descansará en su camarín durante el tiempo restante en la localidad. La dependencia se abrirá las tardes de los sábados para facilitar la visita de fieles, comenzando este sábado día 4 de octubre.

El capitán ha cumplido el sueño de su abuelo.

Finalizada la procesión, el capitán de la virgen del presente año, Sebastián García de Dionisio Guerrero, calificó su experiencia de inolvidable, indicando que nunca ha estado tan cerca de la patrona. El joven de dieciocho años de edad, señaló que ha sentido una emoción muy grande tras ocupar la capitanía, añadiendo que de esta forma ha cumplido el sueño y ofrecimiento de su abuelo.

A lo largo de este ciclo, ha tenido el respaldo de toda su familia y el apoyo de toda la junta directiva de la cofradía, mostrándose muy agradecido por ello. Al respecto, indicó que llevaba seis años inscrito en la lista de aspirantes a la capitanía y que le tocaba mandato en el año 2.025, habiendo accedido ahora por diversas circunstancias.

El capitán aseguró que ha vivido momentos muy especiales, destacando el momento de la llegada de la patrona a La Solana como el más sobresaliente. De igual forma, habló del momento más triste coincidiendo con la marcha de la patrona en el mes de enero.

García de Dionisio animó a todos los solaneros para que ocupen la capitanía de la virgen, indicando que de esta forma estarán más cerca de la patrona.

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