Aurelio Maroto 

   Una señora mayor ha resultado estafada por unos falsos electricistas que llegaron a su casa pidiendo revisar la instalación de luz. Según ha informado la Policía Local, a las 13:30 horas de este jueves, día 21 de agosto, se recibió una llamada en Jefatura comunicando que se personaran en un domicilio de la calle Carrera, donde una mujer había sido presuntamente engañada.

Una vez allí, la propietaria del inmueble, que responde a las iniciales E.F.G-A y tiene 71 años, explicó a los agentes que esa misma mañana la llamaron por teléfono desde una supuesta empresa de electricidad, aunque sin identificar cuál, para decirle que se personarían en su casa dos empleados de la compañía para comprobar la instalación, porque hacía muchos años que no había sido revisada.

         La mujer confirmó que alrededor de la una del mediodía se presentaron dos individuos ataviados con uniforme de color azul, diciéndole que venían a revisar la instalación de acuerdo a lo pactado por teléfono horas antes. Después de haber hablado con ella y tomar los datos de su filiación, uno de los falsos técnicos se dio una vuelta por la cocina y alguna otra dependencia de la casa mirando la instalación eléctrica.

Según el testimonio de la mujer, permanecieron en la vivienda alrededor de media hora y le pidieron 240 euros por el trabajo realizado. Al principio se negó a pagarles al resultarle un precio muy elevado, pero finalmente tuvo que abonarles dicha cantidad al ser amenazada. Por supuesto, no le dejaron ninguna factura.

Al parecer, uno de los presuntos estafadores tendrá unos 50 años y es de complexión gruesa, y otro más joven, de unos 30 años, y más delgado. Vestían uniforme azul parecido a los de la compañía Unión Fenosa, con letras en color rojo a la altura del pecho.

En una nota de prensa, la Policía Local de La Solana advierte a todo el vecindario de que si se encuentran en alguna situación similar, llamen de inmediato a esta policía o a la Guardia Civil. También conviene recordar que nadie tiene derecho a pasar a nuestra casa si no queremos, excepto por mandato judicial.