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Copia de ASAJA fitosanitarios

Alumnos del curso de fitosanitarios organizado por ASAJA                                                      Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Cincuenta agricultores solaneros tendrán su certificación para sulfatar sus tierras cuando acabe el segundo de los cursos de fitosanitarios que está celebrando ASAJA. Se trata de una formación necesaria en materia legal, y también en lo referente a la autoprotección a la hora de manipular los productos químicos.

         Es un curso cualificado, de 60 horas, donde los agricultores aprenden teoría y práctica, además de primeros auxilios y nociones de seguridad social agraria. La ingeniera técnica encargada de impartir el curso, Salvi Espinosa, explicó que es un curso muy completo, y con mucha demanda en La Solana. Los alumnos inscritos son instruidos en las sustancias activas de los productos químicos que utilizan y los riesgos que entrañan. “Hacemos mucho hincapié en la seguridad y en conocer las vías de entrada al organismo”.

Pero también hay una formación desde el punto de vista legal, en ocasiones bastante compleja. “Les enseñamos a buscar en una base de datos qué productos pueden utilizar”. De hecho, es obligatorio tener un cuaderno de explotación, con su carné correspondiente y autorización, no ya para usar, sino también para comprar sustancias. Los agricultores que no cumplan las reglas se exponen a sanciones importantes. “Las multas oscilan entre los 300 euros y los 3 millones, incluso pueden ir por vía penal si son faltas muy graves”. El SEPRONA se encarga de la vigilancia.

El presidente local de ASAJA, Juan José Díaz de los Bernardos, insistió en que este curso es imprescindible y con una demanda creciente. De hecho, muchos agricultores que hicieron hace años el curso básico, ahora piden el cualificado, que cuesta unos 135 euros. Como agricultor profesional, reconoció que ahora deben estar muy pendientes de todo en materia fitosanitaria, con un ingeniero que les hace el seguimiento. Y pidió responsabilidad, sobre todo en seguridad personal. “A veces somos un poco irresponsables a la hora de protegernos”. Sin embargo, defendió la honradez del colectivo cuando se trata de sulfatar sus cosechas con los productos legalmente establecidos. “Ahí también estamos protegiendo al consumidor”.

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