Kiko marcó el primer gol amarillo contra el Talavera                                                 Foto: GACETA

          Aurelio Maroto

          El FS La Solana perdió un partido ante el Talavera tal y como estaba previsto. Sin embargo, fue una derrota "dulce". El 3-6 final en el pabellón "Antonio Serrano" evidenció la distancia sideral que ahora mismo separa a un equipo y otro, pero también demostró que un revés duele menos cuando se hace lo posible por minimizar los daños. En efecto, la hueste de Chupete plantó cara al todopoderoso líder, al que obligó a emplearse a fondo durante buena parte del choque.

         Los amarillos, diezmados por varias bajas importantes y con un buen ramillete de jueveniles en sus filas, puso la quinta desde el primer segundo de partido y planteó una lucha física de alto nivel. A ello se unió la valentía del técnico, cuya receta táctica fue presionar en tres cuartos a base de correr. El riesgo era evidente ante un rival con enormes recurso técnicos para romper esa tela de araña. Pero se cerraron muy bien los huecos. Además, Kiko adelantó a los nuestros en el minuto uno de partido.

          El Talavera, obligado a apretar con la flor y nata de su quinteto titular, sólo pudo terminar la primera parte con un exiguo 1-2 a favor. Los cerámicos terminaron por despegarse en la reanudación, hasta ponerse 1-6, pero una vez más llegó el arreón local con dos goles más de Vicente y Lopecillo, que maquillaron el electrónico.

          En declaraciones a Radio Horizonte, Chupete felicitó a sus jugadores por el esfuerzo realizado, pero advirtió que esa intensidad y concentración debe continuar en próximos partidos, menos exigentes y a la vez más importantes de cara a la clasificación. Ahora toca jornada de descanso, pero el siguiente partido en Menasalbas será una nueva final frente a un enemigo directo.