Miguel Fuentes, autor del único gol, pugna con un jugador del Calvo Sotelo durante el partido                                           Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

La Solana: Monreal, Mini, Sancho, Juli, Manuel (Josema), Javi Grillo, Pirri, David Sevilla (Jose Jimeno), Almacha, Crístofer (Vicente) y Miguel Fuentes.

Calvo Sotelo: Reguero, Diego (Julio), Ricardo, Cristian, Valdivia, Usero, Crespo (Adri Rico), Iván Limón, Mikel (Sergio Reyes), Calzado y Arribas.

Árbitro: González del Campo. Amonestó a los locales Pirri, Sancho, Mini, Almarcha, Fuentes y dos veces a Javi Grillo, expulsado. Por los visitantes vieron la amarilla Mikel, Ricardo y Sergio Reyes.

Goles: 1-0 m.41 Fuentes recoge un balón al borde del área y bate a Reguero con una gran maniobra.

Incidencias: Unos 700 espectadores en La Moheda en tarde agradable. Hierba natural en malas condiciones.

Comentario: El dios del fútbol, tantas veces esquivo a la hueste amarilla esta temporada, decidió echar una mano a un equipo ávido de oxígeno. No es que La Solana se comiera el pan a traición, entre otras cosas porque recetó un partido casi perfecto en defensa y aguantó casi un cuarto de hora con un hombre menos, pero es verdad que ganó exhibiendo bastante menos fútbol que en otros partidos y la moneda cayó de cara en dos o tres jugadas decisivas.

            Una de ellas fue definitiva, el gol de Miguel Fuentes. Huérfano de acierto y seguramente agitado por una presión interna insoportable, por fin hizo diana. Batió a Reguero tras llevarse un balón imposible y pegarle con el alma. Killer total. El malagonero desatasca así el grifo de su ‘fuente’, que tiene que ser la fuente de todo un equipo. De todo un proyecto.

Carlos Gómez da órdenes a Manuel al comienzo del partido                                                                                                    Foto: GACETA  

           Hasta ese momento, el debut de Carlos Gómez al frente del banquillo estaba siendo discreto, tirando a gris. La Solana caminaba seria sobre la maltrecha hierba, pero sin duende con el cuero en los pies. Javi Grillo intentaba bajar el balón, sin éxito, mientras Almarcha corría y corría apagando fuegos. David Sevilla tampoco tenía una encomienda clara. Tan sólo Pirri subía algo el criterio local en la salida de balón. El Calvo Sotelo tiraba más de método. Usero y Valdivia buscaban encauzar el juego y encontrar la carrera de gente rápida como Iván Limón. Pero lo hicieron con un punto de lentitud que facilitó el repliegue local. La Moheda, otra vez con una respuesta espléndida de la afición, respiraba hondo. Sobre todo cuando el auxiliar levantó el banderín antes de que Juli marcara en propia meta.

            No había ocasiones, excepto un disparo envenenado de Crístofer que rozó el palo izquierdo de Kike Reguero y alguna intentona aislada de David Sevilla penetrando entre líneas. Poca cosa. Hasta que Fuentes sacó el desatascador.

            En la reanudación, el Calvo Sotelo dio un paso adelante y Andrés Viñas no tardó en mover el banquillo. La Solana se dejó querer y buscó la contra, con Crístofer muy activo. El sonsecano estuvo a punto de hacer el segundo en un zurdazo marca de la casa que lamió el palo.

Momento en que la afición canta el gol de Fuentes                                                                                                             Foto: GACETA

            Los nervios se mascaban y la hinchada, leal hasta la extenuación, buscó el aliento extra desde la grada. En especial cuando Manuel cayó lesionado y Javi Grillo, inocente, se buscó la segunda amarilla y dejó a los suyos con diez. Las fuerzas eran justas y el equipo estaba diezmado, aunque no rendido. Qué va. El trabajo defensivo fue soberbio y Monreal estaba allí cuando hizo falta. Suficiente ante un rival que, al final, careció de recursos y de chispa.

            El 1-0 es un bálsamo de Fierabrás impagable, una maniobra de Heimlich justo cuando el pulmón colapsaba. Miguel Fuentes firmó ese abrazo del oso para escupir tanta tensión acumulada.