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Javi Grillo pugna por un balón durante el partido contra el Azuqueca                                                                                 Foto: GACETA

       Aurelio Maroto

La Solana: Monreal, Juli, Diego Sevilla, Sancho, Mini, Raúl Delgado (Meshak, m.58), Manuel (Juan Santos, m.24), Javi Grillo, Fuentes, Pirri y David Sevilla.

Azuqueca: Nacho, Jonás (Corral, m.61), Néstor, Rubén Gómez, Matas, Broton, Pancorbo (Lucas, m.85), Borja Cabanillas, Ramiro, Neila y Maikel.

Árbitro: Muñoz Méndez. Amonestó a los locales Javi Grillo, Fuentes, David Sevilla, Sancho y Juan Santos, y a los visitantes Jonás, Matas, Corral, Broton y Jairo. Expulsó al entrenador solanero, Manolo Sancho.

Incidencias: 500 espectadores en La Moheda. Césped natural en malas condiciones, con poca hierba y mucho barro.

Comentario: Era curiosa la opinión de la hinchada al término del partido. Unos decían se había ganado un punto, otros que se habían perdido dos. Los había que valoraban el tremendo esfuerzo del equipo sobre un terreno de juego infame, y también quienes criticaban la falta de gol. Pero todos, absolutamente todos, coincidían en una cosa: hay que reforzar la plantilla.

Es la voz de La Moheda, pese a todo entregada a sus colores, y eso que faltaba el azul del pantalón. Muchos aficionados pidieron que no se vuelva a repetir ese pantalón amarillo en casa. Como si el de toda la vida tuviera la culpa de algo…

La realidad es que La Solana y Azuqueca se quedaron a medio camino en su deseo de llevarse los tres puntos de La Moheda. Mientras unos jugaban una final anticipada habida cuenta de su delicada situación en la tabla, los azudenses no querían desaprovechar la ocasión de pescar en río revuelto. Al final, el 0-0 no dejó contento a ninguno. Y eso que hubo oportunidades de todos los colores.

Buen arranque de partido

            La Solana, más necesitada y con cierto aroma a juicio final, salió a por el partido y no tardó en generar peligro con profundidad por ambas alas. Mini tuvo la primera gran ocasión en el minuto 5, pero sobre todo en los minutos 27 y 36, con sendos mano a mano que desbarató Nacho con dos grandes intervenciones. El meta alcarreño, inconmensurable, también evitó que Manuel marcara en otro uno contra uno en el minuto 18.

            La tropa de Manolo Sancho asomaba cuando encontraba la espalda, con un Javi Grillo más entonado que últimamente y la pausa necesaria que ofrece Pirri. Pero el Azuqueca, equipo rocoso y muy serio, también asomó, y mucho. Monreal sacó una manopla espléndida a un zapatazo envenado de Jonás en el minuto 16, aunque la más clara la tuvo Pancorbo en el 38, pero Sancho salvó en la línea de gol.

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Pirri controla un balón ante varios jugadores azudenses                                                                                                      Foto: GACETA  

          La buena noticia fue la reaparición de Diego Sevilla, imprescindible en el equilibrio defensivo del equipo. Él y Sancho ofrecieron mucha solvencia en el eje, sobre todo en el combate con el gigantón Pancorbo. Lástima que la lesión de Manuel impidiera mantener la línea de tres centrales junto a Juli. Al menos, pudimos ver de nuevo a Juan Santos, que tardó unos minutos en acoplarse pero acabó cuajando un gran partido por su lateral, ya con cuatro atrás.

Sin pólvora

            La Solana salió mejor en la reanudación y Miguel Fuentes rozó el gol con un balón a bocajarro que incomprensiblemente echó arriba. Otra vez faltó la pólvora final. El Azuqueca se estiró de nuevo y Matas envió a la cruceta un buen disparo desde lejos en el 54. Manolo Sancho se fue a por el partido dando entrada a Meshak Dos Santos, pero retiró a Raúl y el equipo perdió por momentos la manija en la medular. Creció el Azuqueca, aunque La Solana recetó un gran trabajo defensivo en esos minutos, tirando alguna contra por la banda de Mini, que se hinchó a correr por su costado diestro.

            La jugada más polémica llegó en el minuto 84, cuando el árbitro anuló un gol al conjunto de Manolo Alfaro, jugada muy protestada por los visitantes. Los últimos minutos fueron otra vez amarillos, más por empuje y corazón que por juego, pero no hubo premio.

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Preocupante estado del terreno de juego, muy embarrado y sin apenas hierba, como se observa en la imagen                          Foto: GACETA

           El Azuqueca dejó buena una buena sensación en su regreso a La Moheda después de muchas temporadas, mientras La Solana se conformó con frenar su sangría de derrotas. Lo mejor para los locales fue el punto, dejar la portería a cero y recuperar a varios jugadores clave. Manolo Sancho compareció en la sala de prensa con cierta sensación de tranquilidad. “Los jugadores lo han dado todo y hemos sumado un punto, que es importante”. No repetir vergüenzas recientes y no perder ya era algo.

A vueltas con los refuerzos

El míster, que nunca ha ocultado, ni oculta, su situación de debilidad si el equipo no reacciona, tenía otra satisfacción aún más profunda: la recuperación de varios futbolistas que no se resintieron, a excepción de Manuel. Insiste, casi hasta la obcecación, en que este plantel al completo es mucho mejor de lo que dicta la clasificación. Pero conviene recordar dónde está el equipo y sería simplista, y peligroso, culpar únicamente a las bajas. Crístofer, uno de los héroes del ascenso, andaba por La Moheda. El acuerdo está cerrado, pero el Móstoles no le da la carta de libertad, por ahora. Mejorar la plantilla es perentorio, casi urgente.

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