El Comandante de Puesto junto a las autoridades durante la misa del 12 de Octubre                                                         Foto: GACETA

              Aurelio Maroto

            La parroquia de Santa Catalina escenificó, un año más, la celebración de la Virgen del Pilar como patrona de la Guardia Civil a nivel local. Una cita tradicional que reunió a un gran número de fieles, entre ellos el contingente de guardias del cuartel de La Solana, encabezados por su jefe, amén de sus familiares y otros muchos invitados.

            En primera fila se podía ver al Comandante de Puesto, sargento Alejandro Molina, junto al alcalde, Luis Díaz-Cacho, su homólogo de San Carlos del Valle, José Torres, y otros concejales de los grupos socialista y popular de la Corporación Municipal. En la bancada de al lado se situaba el grueso del contingente que presta servicio en la localidad, todos con uniforme de gala. A la derecha del altar, la imagen de la Pilarica y una bandera de España.

            La ceremonia religiosa fue presidida por el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, que en su homilía destacó los valores de entrega y servicio al prójimo que representa la Benemérita. El coro titular acompañó el transcurso de la eucaristía, que terminó con la interpretación del célebre himno a los caídos, ‘La muerte no es el final’.

            La festividad continuó en el patio del Palacio Don Diego, con una recepción a invitados alrededor de un vino español.

Guardias civiles del cuartel de La Solana junto a su Patrona al término de la ceremonia religiosa                                            Foto: GACETA

En declaraciones posteriores a los medios locales, el sargento Molina destacó que el 12 de octubre “es un día de alegría para expresar el orgullo de sentirse español, y más en estos años convulsos donde deberíamos estar más unidos que nunca”. “Formamos parte de una gran patria donde la Guardia Civil hace un trabajo excelente, porque nuestra misión es velar por todos”.

            Enfatizó la labor de prevención que llevan a cabo en La Solana, dejándose ver constantemente en centros educativos, zonas comerciales, edificios públicos u otros enclaves sensibles, y por supuesto la persecución de la delincuencia, siempre en connivencia con la Policía Local, cuyo nivel de cooperación mutua valoró positivamente, “remamos en la misma dirección”, dijo. En este sentido, añadió que La Solana es una ciudad tranquila en términos generales.