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Jesús Rescatado

La imagen de Jesús Rescatado en su carroza procesional         Foto: GACETA

-Paulino Sánchez.

La procesión denominada de Acción de Gracias cerró los cultos del mes de mayo en honor a Jesús Rescatado, en una noche fría que restó asistencia al recorrido procesional.

Antes de la salida de la procesión se celebró la última novena, presidiendo la misa el trinitario Rafael Márquez, con el que concelebró el párroco de San Juan Bautista de la Concepción Jesús Navarro, corriendo la parte musical a cargo del coro de la Iglesia de Santa María.

En la homilía Rafael Márquez agradecía el interés que cada año muestra la cofradía de Jesús Rescatado para contar en estos cultos con representantes de la Orden de la Santísima Trinidad, destacando la importancia que para la orden tiene este convento en el que convivieron tres santos de la orden, San Juan Bautista, San Miguel de los Santos y Fray Tomás de la Virgen.

   Aprovechó Rafael Márquez la celebración de la jornada sobre medios de comunicación para recordar la importancia de transmitir noticias veraces, haciendo un llamamiento a los responsables de los medios, pero al mismo tiempo recordaba la importancia de los nuevos medios como son las redes sociales que tantos manejan.

Finalizaba la misa, con el canto del Himno a Jesús Rescatado, dando comienzo la procesión que abría la cruz alzada, continuando la banda de cornetas y tambores de la propia cofradía.

Los representantes de cofradías y hermandades de la localidad marchaban detrás del estandarte, seguidos del portador del bastón pujado el domingo anterior, junto a directivos de la cofradía.

   La carroza de Jesús Rescatado iba adornada con numerosas rosas rojas, siendo llevada por los portadores que la llevan en la salida de viernes santo, marchando detrás del paso el párroco de San Juan Bautista y el padre trinitario, así como el alcalde Luis Díaz Cacho y concejales de los grupos socialista y popular.

La imagen retornaba al templo de salida con los sonidos de fondo de los cohetes y la música, antes de ser colocado el lunes en su camarín del altar mayor hasta la próxima Cuaresma cuando nuevamente vuelva a ser colocado en su carroza procesional.

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