David Policarpo llenó el salón para celebrar su encuentro                                                                                                     Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

            ‘La vida en el presente’. Ese fue el título del café-coloquio que este martes celebró la Asociación de Mujeres. El joven solanero David Policarpo Ruíz Santa Quiteria llegó para hablar sobre la importancia de vivir en el presente, de cómo nuestra forma de pensar se resiste a ello. Un tema en apariencia muy genérico y algo abstracto donde se apela a los sentimientos más profundos. “Cuando hablamos del presente estamos hablando de un misterio y cuando uno no se esconde a la fragilidad humana comienza a ver un equilibrio en su vida”, declaró el ponente minutos antes de iniciar el encuentro. “El objetivo es mirarnos, sentirnos y encontrarnos”.

            Música, poesía y meditación. Tres cosas muy presentes en un café que reunió a más de 60 socias, llenando a rebosar el salón. “Parece ser que no queremos amarnos y que sólo nos interesa interpretarnos y juzgarnos los unos a los otros”, insiste.            

David Policarpo Ruíz es un joven que ha sufrido una transformación íntima y cree que la vida interior es la clave de todo. “Estos encuentros nos ayudan a sentir, sobre todo cuando nos abrimos a lo desconocido”. Es crítico con la sociedad individualista en la que vivimos, donde sólo nos preocupa nuestro ego y juzgar al prójimo. “Todo lo que hacemos abre una separación que no lleva a ningún sitio”. “Estamos atendiendo todo el tiempo las guerras externas sin indagar de dónde nace eso”. Está convencido que cuando miramos dentro de nosotros veremos que tenemos esa guerra de ideas, de imágenes, de controlar y querer demostrar cosas, de hacer juicios a la gente…. “Eso únicamente nos lleva al sufrimiento”, afirma.

Otro momento de la charla                                                                                                             Foto: GACETA       

    Hace poco que editó su primer poemario, Silfra, que ya va por la segunda edición. Se agotaron en seguida los primeros 150 ejemplares, luego otros 50, y sigue su promoción. “La poesía y la escritura es algo que estoy descubriendo y me estoy dejando llevar”. Recuerda que hace poco era una persona totalmente distinta. “Como dice mi madre, cuando sueltas y confías la vida nos abraza y descubres una conexión natural y muy simple”.