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Copia de Talleres Igualdad Federico Romero

Un momento del taller celebrado en el CEIP Federico Romero                                                                             Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

La concejalía de Igualdad redobla su lucha contra la violencia de género y su actividad en los colegios. Desde el año 2004, a través del Centro de la Mujer, se trabaja en las aulas mediante talleres y dinámicas grupales. En estos días, hasta el 24 de mayo, las profesionales del centro están recorriendo los ocho colegios de Infantil y Primaria de La Solana con tal fin. Son talleres de una hora de duración destinados a unos 225 colegiales de 5º de Primaria. En su parada en el CEIP Federico Romero, la concejala de Igualdad, Manuela González, destacó la importancia de este tipo de actividades, así como el amplio apoyo que encuentran en los profesores y en los mismos niños.

            Fanny Orellana, trabajadora social del Centro de la Mujer, explicó que estos talleres se encuadran en el eje de educación en igualdad desarrollado desde el propio negociado municipal. El objetivo es trabajar de forma periódica y directa en la clase para profundizar en valores de igualdad, respeto y libertad. “Les hacemos reflexionar sobre la discriminación que todavía sufren las mujeres y la consecuencia más deleznable que es la violencia machista”. En última instancia, pretenden concienciar sobre la necesidad de erradicar los malos tratos y, sobre todo, que ellos son los protagonistas de esa meta.

            Desarrollan dinámicas que ejemplifican la vida diaria de una manera interactiva, usando técnicas de juego donde los chavales se involucran, haciéndoles ver que no hay que poner límites a la hora de ayudar en las tareas domésticas. La conciliación en casa y la prevención de la violencia de género entran en escena a través de preguntas y frases que identifican como verdaderas o falsas. “Tienen que darse cuenta dónde está ese estereotipo o creencia irracional”, decía la psicóloga Marisol Morales.

            Después se reparten unas hojas para el concurso de dibujo del curso que viene, donde los niños elaborarán un dibujo que representa la síntesis de la sesión. En última instancia, se firma un compromiso con el profesor que permanecerá en la clase como recordatorio de los derechos de igualdad y dignidad que tiene cada persona por el hecho de serlo.

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